TENGO SED

San Juan 8,37-38 “El ultimo día de la fiesta, que era el mas solemne, Jesús puesto en pie, exclamo con voz potente: “El que tenga sed, que venga a mi. Pues el que cree en mi tendrá de beber, lo dice la escritura: De sus entrañas saldrán ríos de agua viva.”

Un  comediante en un viaje de vacaciones, había desaparecido en el imponente desierto del Sahara, después de siete días, milagrosamente es encontrado vivo en medio del  desierto.  
Es entrevistado por los medios de comunicación:
Uno de los reporteros pregunta:
¿Cómo hizo para sobrevivir por varios días en el desierto si no tenia agua?
El sobreviviente como era experto en humor responde:
¡Fácil, muy fácil! Todos los días pensaba en manjares, pensaba en comidas exquisitas, me imaginaba comiendo las mejores comidas…
El reportero corta la respuesta, y vuelve a preguntar  ¿y que tiene que ver todo esto con el agua? 
Sencillo, dice sonriendo el sobreviviente: Al pensar  en la comida se ME HACIA AGUA LA BOCA…

En nuestra vida, en el desierto o multitud de desiertos espirituales que tenemos que atravesar,  mas de una vez se nos acabara el agua,  tendremos sed, abundante sed.  
En cada desierto tenemos que detenernos, para  pensar y buscar  la fuente de agua viva.  Es necesario acudir al manantial inagotable de la Buena Nueva de la Salvación que nos dice: “El que tenga sed, que venga a mi. Pues el que cree en mi tendrá de beber.” (Jn 8,37-38) 

¿Esta atravesando por un desierto?
    ¿Tiene sed?
Imite al salmista, diciendo a nuestro creador: 
¡OH Dios, tu eres mi Dios, con ansias a ti te busco, pues MI ALMA TIENE SED DE TI, mi ser entero te desea, cual tierra seca, sedienta sin agua.” (Salmo 63,1)

Como ciervo sediento en busca de un rió, así mi alma desea, Señor estar contigo. Sediento estoy de Dios, del Dios de la vida” (Salmo 42,2-3)

En el desierto de su vida
Creer en Dios
  Buscar a Dios
    Pensar en Dios
         Le garantiza obtener  el agua espiritual, agua que calmara su sed por SIEMPRE.  
Alabado sea Dios.




0 comentarios: