En preparación para la primera comunión, el catequista toma
examen oral:
-Tavito puedes decir el padrenuestro en voz alta, un
segundo, tres segundos, y el niño no respondía, de pronto comienza a decir: Padre nuestro que estas…
Padre nuestro que estas… y el niño se olvidó la oración universal, pero luego
sonriendo continua diciendo: Padre nuestro que estas en el patio… Al escuchar
esto el catequista lo interrumpe diciendo: ¡Que! Te equivocas como vas a decir
que está en el patio. Entonces el niño en su defensa dice: Pero si usted mismo
nos dijo el otro día que el Señor está en todas partes…
Cuantos de nosotros hacemos vida la oración del niño: “Padre
nuestro que estas en el patio” En este tiempo de “indiferencia espiritual” los
fieles de Cristo lo han dejado en el patio, no lo dejan entrar a su casa, es
decir, dejamos al Señor fuera de nuestras vidas, no nos gusta para nada la idea
de que el este dentro de nuestras vidas, mejor que se quede afuera en el patio.
Este tiempo especial que vivimos, el Señor ya no quiere
estar afuera de tu vida, él quiere entrar en tu casa, Cristo se hace presente
una vez más alrededor de tu hogar, el está tocando a la puerta de tu corazón, ¡DEJALO
ENTRAR! Él te dará los regalos y bendiciones que ningún ser humano podrá darte.
“Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y
me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”.
Apocalipsis 3,20
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