MENDIGOS DE AMOR


Un día en la calle dos personas pedían limosna. Uno de ellos lo hacía como la mayoría de los mendigos, a cada individuo que pasaba por la calle decía: me puede regalar 1 dólar, me puede dar 5 dólares, o me puede dar 10 dólares… El otro mendigo lo hacía de una manera diferente este indigente no pedía dinero sino que a cada joven o mujer que pasaba empezaba  a decirle palabras  resaltando su belleza y les decía piropos como: “si Adán peco por Eva, Yo por usted me condeno” y a las que veía con celular les decía: “Señorita, me presta su celular, necesito hablarle a San Pedro, para avisarle que un ángel se le ha caído del cielo” y así este mendigo singular se la pasaba resaltando la belleza y cualidades de todas las mujeres que pasaban por ahí. Frente a la calle se encontraba “Don Curioso” que observaba  los dos mendigos. Y acercándose al mendigo galanteador, le pregunta: ¿Qué clase de mendigo es usted? Su vecino  pide limosnas como lo hacen todos los mendigos, pero usted en vez de pedir dinero empieza a halagar y alabar a las mujeres. Entonces nuestro singular mendigo lleno de emoción responde:   Es que yo soy mendigo pero soy “un mendigo de amor”…
En nuestra vida, de paso por este mundo, aprendamos a ser eso: “MENDIGOS DEL AMOR DIVINO “
Cuando falte el amor en el matrimonio
Cuando falte el amor en la familia
Cuando falte el amor en nuestras comunidades
Clamemos al Señor:
“SEÑOR TU QUE ERES LA FUENTE DEL AMOR, VEN A NUESTRAS FAMILIAS”
“CRISTO AMADO, FUENTE INAGOTABLE DE AMOR, NO TE VAYAS DE LA IGLESIA” 
Amen








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