San Lucas 1,46-49 “ Maria dijo: Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mì, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamaràn dichosa, porque el Todopoderoso ha hecho en mi grandes cosas”.
En un día frió y de niebla viajaba un "autobús" desde Santa Cruz rumbo a la ciudad de "La Paz" con bastantes pasajeros.
Todos iban tristes, callados y aburridos. En una parada del camino que hizo el "ómnibus" subió una madre joven llevando en sus brazos un precioso niño. La madre era tan simpática, el niño tan gracioso y hermoso, y la comunicación entre ambos tan alegre, que la alegría se fue contagiando por todo el "autobús".
Al poco rato todos los pasajeros hablaban, reían y la alegría llenaba todo el "autobús"...
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En el viaje de la humanidad por este mundo todo era tristeza y desesperanza
Pero un día subió al carro de la vida una Madre con un precioso Niño: Jesús apareció en esta tierra en brazos de su Madre, Maria, y lo cambio todo.
Desde entonces la alegría renació en la humanidad. La virgen Maria trajo a nuestro planeta al Único capaz de alejar y cambiar nuestras tristezas, por alegria y gozo eterno, Maria trajo al mundo , al único capaz de dar sentido a cada instante de nuestra existencia.
Maria nos trajo a Jesucristo la fuente de la alegria y la Esperanza, Por ello desde entonces llamamos a Maria Dichosa y Bienaventurada Porque Dios puso sus ojos en ella, una humilde joven para enviarnos a su hijo Jesucristo el salvador del mundo.
Cuanto mas tengamos a Jesús y Maria en el "autobús" de nuestra propia vida, más reinara la alegria y el gozo en nuestra existencia.
"Gracias Jesús por darnos a Maria como madre"
"Gracias Maria por ser la Madre de nuestro Salvador"
En un día frió y de niebla viajaba un "autobús" desde Santa Cruz rumbo a la ciudad de "La Paz" con bastantes pasajeros.
Todos iban tristes, callados y aburridos. En una parada del camino que hizo el "ómnibus" subió una madre joven llevando en sus brazos un precioso niño. La madre era tan simpática, el niño tan gracioso y hermoso, y la comunicación entre ambos tan alegre, que la alegría se fue contagiando por todo el "autobús".
Al poco rato todos los pasajeros hablaban, reían y la alegría llenaba todo el "autobús"...
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En el viaje de la humanidad por este mundo todo era tristeza y desesperanza
Pero un día subió al carro de la vida una Madre con un precioso Niño: Jesús apareció en esta tierra en brazos de su Madre, Maria, y lo cambio todo.
Desde entonces la alegría renació en la humanidad. La virgen Maria trajo a nuestro planeta al Único capaz de alejar y cambiar nuestras tristezas, por alegria y gozo eterno, Maria trajo al mundo , al único capaz de dar sentido a cada instante de nuestra existencia.
Maria nos trajo a Jesucristo la fuente de la alegria y la Esperanza, Por ello desde entonces llamamos a Maria Dichosa y Bienaventurada Porque Dios puso sus ojos en ella, una humilde joven para enviarnos a su hijo Jesucristo el salvador del mundo.
Cuanto mas tengamos a Jesús y Maria en el "autobús" de nuestra propia vida, más reinara la alegria y el gozo en nuestra existencia.
"Gracias Jesús por darnos a Maria como madre"
"Gracias Maria por ser la Madre de nuestro Salvador"
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