Cuando nos encontramos con alguien o al momento de comunicarnos por teléfono, casi siempre se genera una pregunta:¿Cómo estás?
Las respuestas son diversas: “ahí vamos de a poco mejorando”.
Otros responden: “más o menos”
Hay quienes dicen en tono negativo: “como pan que no se vende”.
También podemos encontrar algunas respuestas como: ¡Bien!
Recuerdo una respuesta muy curiosa de un hombre al que le pregunto su amigo: ¿Cómo estás?
Y él respondió de una manera muy peculiar diciendo:
-De mis males estoy bien y de mis bienes estoy mal.Los fieles de la iglesia de Cristo tenemos que tener una actitud que se distinga del común denominador. Nuestra respuesta a una eventual pregunta ¿Cómo estás?, debe ir acompañada de una respuesta optimista y esperanzadora.
He escuchado que algunos fieles responden de una manera positiva diciendo:
-Estoy Bendecido
-Estoy en Victoria
A mí cuando me preguntan ¿Cómo estás? Siempre respondo positivamente diciendo muy convencido:
¡Mas qué Bien!, ¡Mejor que bien!En una de mis tantas respuestas ¡Mas qué Bien! Una persona a la que con frecuencia durante tiempo le respondí de esa manera me pregunto con mucha curiosidad: ¿Por qué usted está siempre Más que bien? ¿Cómo hace para estar Más que bien?
En ese momento con entusiasmo y firmeza recuerdo que le dije:
-Estoy ¡Mas qué bien! Porque tengo a Cristo en mi mente, en mi vida, y en mi corazón.
Nuestra actitud no tiene que variar por las circunstancias y dificultades que atravesamos.
Puedes estar enfermo, puedes tener problemas, puedes estar abandonado, puedes estar pasando por diferente tipo de dolor y sufrimiento, pero esto no tiene por qué hacer cambiar tu actitud. Si tienes a Cristo en tu vida, Si gozas de la gracia Divina hay más de un motivo para celebrar y decir que estas ¡Mas qué bien!
Al momento de escribir esta predicación estoy atravesando por diferentes pruebas y dificultades, además en este momento estoy delicado de salud, mi cuerpo está enfermo pero mi alma goza de la gracia Divina, “Mi Espíritu se alegra en Dios mi Salvador”. Este es el principal motivo para decirles con emoción y entusiasmo: Estoy ¡Mas qué bien! Estoy ¡Mejor que bien! por que Cristo vive en mi, el es más poderoso que el que está en el mundo (1ra Juan 4,4) y si él Vive, yo también Viviré. ¡Aleluya!
“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1ra Juan 5,12)
Si tienes a Cristo en tu vida no te alarmes por los problemas y dificultades que estas atravesando. Dios dispone todas las cosas y acontecimientos para bien de los que lo aman (Romanos 8,28) por tanto te exhorto a que te sientas y vivas: ¡Mas qué bien!
Si no tienes a Cristo en Tu vida, es el momento oportuno para que lo dejes entrar en tu corazón, en tu mente, deja que él sea el amo y Señor de tu vida. De esta manera podrás vivir ¡Mas qué bien! Gloria a Él.
Las respuestas son diversas: “ahí vamos de a poco mejorando”.
Otros responden: “más o menos”
Hay quienes dicen en tono negativo: “como pan que no se vende”.
También podemos encontrar algunas respuestas como: ¡Bien!
Recuerdo una respuesta muy curiosa de un hombre al que le pregunto su amigo: ¿Cómo estás?
Y él respondió de una manera muy peculiar diciendo:
-De mis males estoy bien y de mis bienes estoy mal.Los fieles de la iglesia de Cristo tenemos que tener una actitud que se distinga del común denominador. Nuestra respuesta a una eventual pregunta ¿Cómo estás?, debe ir acompañada de una respuesta optimista y esperanzadora.
He escuchado que algunos fieles responden de una manera positiva diciendo:
-Estoy Bendecido
-Estoy en Victoria
A mí cuando me preguntan ¿Cómo estás? Siempre respondo positivamente diciendo muy convencido:
¡Mas qué Bien!, ¡Mejor que bien!En una de mis tantas respuestas ¡Mas qué Bien! Una persona a la que con frecuencia durante tiempo le respondí de esa manera me pregunto con mucha curiosidad: ¿Por qué usted está siempre Más que bien? ¿Cómo hace para estar Más que bien?
En ese momento con entusiasmo y firmeza recuerdo que le dije:
-Estoy ¡Mas qué bien! Porque tengo a Cristo en mi mente, en mi vida, y en mi corazón.
Nuestra actitud no tiene que variar por las circunstancias y dificultades que atravesamos.
Puedes estar enfermo, puedes tener problemas, puedes estar abandonado, puedes estar pasando por diferente tipo de dolor y sufrimiento, pero esto no tiene por qué hacer cambiar tu actitud. Si tienes a Cristo en tu vida, Si gozas de la gracia Divina hay más de un motivo para celebrar y decir que estas ¡Mas qué bien!
Al momento de escribir esta predicación estoy atravesando por diferentes pruebas y dificultades, además en este momento estoy delicado de salud, mi cuerpo está enfermo pero mi alma goza de la gracia Divina, “Mi Espíritu se alegra en Dios mi Salvador”. Este es el principal motivo para decirles con emoción y entusiasmo: Estoy ¡Mas qué bien! Estoy ¡Mejor que bien! por que Cristo vive en mi, el es más poderoso que el que está en el mundo (1ra Juan 4,4) y si él Vive, yo también Viviré. ¡Aleluya!
“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1ra Juan 5,12)
Si tienes a Cristo en tu vida no te alarmes por los problemas y dificultades que estas atravesando. Dios dispone todas las cosas y acontecimientos para bien de los que lo aman (Romanos 8,28) por tanto te exhorto a que te sientas y vivas: ¡Mas qué bien!
Si no tienes a Cristo en Tu vida, es el momento oportuno para que lo dejes entrar en tu corazón, en tu mente, deja que él sea el amo y Señor de tu vida. De esta manera podrás vivir ¡Mas qué bien! Gloria a Él.
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