Romanos 1,11 “Tengo muchas ganas de verlos para comunicarles algún don espiritual que los fortalezca, y al compartir nuestra fe nos animaremos mutuamente”.
Este
es uno de los versículos que mas me motiva cuando tengo que compartir la
palabra del Señor, me motiva para comunicarles algún don espiritual y nos
animemos mutuamente dice Pablo. Lo importante de reunirnos es que todos nos
estamos animando porque son tiempos difíciles los que vivimos.
Existen
en la naturaleza dos aves llamadas Charran blanco y Quetzal, esta
última es más hermosa que el Charran blanco pero tienen un defecto, se estresan
y no se pueden reproducir por eso están
desapareciendo creo que en todo el mundo hay como 500 Quetzales, cualquier
problema o ruido que perturbe su hábitat él prefiere morirse y no se reproduce.
Este
caso lo vemos a menudo en los grupos de oración en la Iglesia Católica, cuantos
católicos cuando vienen los problemas se estresan por los problemas y no
queremos reproducirnos en la fe y debido a eso es que hay muchos Quetzales
espirituales por ahí. Pero a diferencia del Quetzal está el Charran
Blanco, este no busca nido, si ve una rama de un árbol o incluso piedra
el pone su huevo viene la Charran Blanca empollan al huevo y se reproducen,
según investigaciones el Charran Blanco es una de las aves que tiene
más éxito al reproducirse.
Quizás
el Señor nos enseña por medio de estas aves y nos dice que tenemos que
reproducirnos o multiplicarnos sin importar los problemas o dificultades ser
valientes y enfrentar los problemas.
Les
relatare una historia que seguro no se olvidaran. Había una vez un lorito que
quería ser el rey de la selva, cierto día estaba el lorito en la selva mirando
para todos los lados viendo que no venga el león y como no veía a nadie se
proclamó rey de la selva, cuando de pronto se aparece el león y le pregunta:
¿Qué has dicho lorito? Y él le responde: yo soy el rey de la selva, a lo que el
león le da un zarpazo y lo manda lejos pero para tranquilidad del lorito
aparece un cazador que al ver que lastimó al loro le dispara al león y este
sale corriendo. Luego el cazador va en busca del loro, lo encuentra malherido y
lo lleva al veterinario, ahí lo curan y después lo encierra en una jaula para
su recuperación. Después despierta el loro y se encuentra enyesado, ve que le
faltaban plumas y que estaba en la jaula y dice: que paliza que le habré dado
al león que me tuvieron que encerrar en la cárcel.
Queridos
hermanos en nuestra vida allá afuera va a aparecer el león disfrazado de
problemas y nosotros tenemos que ser optimistas imitar a Pablo, en 2Cor. 4, 8-9
nos dice:”Nos sobrevienen pruebas de toda clase pero no nos desanimamos, estamos
entre problemas pero no, perseguidos pero no eliminados, derribados pero no
fuera de combate”.
Hermanos
esa debe de ser nuestra actitud en la selva de la vida porque se nos va a
aparecer el león, pero tengamos por seguro que el cazador es Dios y cuando se
nos presente el león del problema, de la dificultad y veamos que nos va a
atacar porque somos débiles, pequeños e indefensos como el lorito va a aparecer
el Señor para socorrernos.
El
Señor nos invita a ser como el Charran Blanco que nos multipliquemos porque en
este juego de la vida estamos quedando eliminados como si estuviéramos en las
olimpiadas, a propósito de olimpiadas dice que un día se estaban jugando las
olimpiadas de las aves, estaban compitiendo los charranes blancos con las aves
de rapiña e iban perdiendo 4 a 0, y al término del primer tiempo el entrenador
de los charranes blancos quiere animar a sus jugadores y en un papelito escribe
una frase motivadora y se las reparte a los charranes antes de salir al segundo
tiempo, la frase era: “Mis queridos charranes hagan que algo suceda en
el segundo tiempo” esto motivo a los jugadores y revirtieron el marcador y el
partido acabó 7 a 6.
Hermanos
quizás estamos en el primer tiempo y otros en el segundo tiempo y estamos
perdiendo, hemos perdido muchas cosas en los años de vida que llevamos, peor el
Señor hoy nos motiva para que hagamos que algo suceda en el segundo tiempo de
nuestras vidas y nos multipliquemos
en la fe y seamos como el charran blanco.
0 comentarios:
Publicar un comentario