“Desde el cielo mira el Señor a los hombres para ver si hay alguien con
entendimiento,
alguien que busque a Dios”.
(Salmo 14,2)
Dos amigos se encuentran en la calle:
¡Hola! Lidubino, ¿Cómo te encuentras lidubino?
Lidubino parece que ese día estaba fanfarrón
y burlesco su respuesta fue la siguiente:
“No sé cómo me encuentro, no me he
buscado todavía…”
Hablando de búsquedas y encuentros en la vida: ¿Habrá
alguien que busque a Dios? ¿Cuántas veces has buscado a Dios?
La
palabra de Dios nos da una clara advertencia de esta búsqueda: “Busquen
al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo
mientras esté cercano”. (Isaías 55,6)
Muchos de nosotros postergamos esta búsqueda:
“todavía soy muy joven” “más adelante buscare a Dios” decimos, y este más
adelante o más tarde a veces nunca llega porque simplemente nos llega la hora
de la muerte y se nos acabaron las oportunidades de salvación. Ante la
postergación de la búsqueda a Dios, La Biblia nos advierte: ¡Ahora es el día de la
salvación! (2da Corintios 6,2)
Hoy mis amigos comencemos o sigamos buscando a
Dios, que nuestro corazón este sintonizado con Dios, que nuestro corazón este
ansioso y expectante por encontrar a Dios:
“Me buscarán y me encontrarán, cuando me
busquen de todo corazón”. (Jeremías 29,13)
Si te angustian muchas cosas, Si los temores
parecen sumirte en una profunda depresión es tiempo propicio para buscar a
Dios: “Busqué al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores.”(Salmo 34,4)
me libró de todos mis temores.”(Salmo 34,4)
Oremos:
Señor hoy decidimos buscar tu rostro,
Hoy queremos buscar tu presencia
continuamente,
Hoy Señor queremos buscarte con
entusiasmo y anhelo en el corazón,
Hoy que tengo la opción de
encontrarte decido buscarte,
Gracias Señor, hoy comienzo a sentir
tu presencia, y tu presencia es más hermosa que cualquier cosa terrenal.
Amen
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