Leandrito era un niño travieso que había
prometido portarse bien, su papa Lidubino le había dicho que si volvía a
portarse mal se quedaría un mes sin salir a jugar con sus amiguitos. Pero un día
Leandrito fallo a su promesa y es descubierto por su papa el cual le dice:
Recuerdas que te dije que si volvías a portarte mal prometí que no saldrías a
jugar. El niño asustado para salir del paso dice: “Si papa, pero como yo no cumplí
mi promesa” No es necesario que cumplas la tuya…
En nuestra vida de fe sucede algo similar,
cuantas veces hacemos travesuras, es decir nos portamos mal, más que portarnos
mal, pecamos le fallamos a Dios. Muchas veces después de cometer el pecado nos
arrepentimos y prometemos cambiar de vida, prometemos no volver a caer en la
misma tentación, Proponemos alejarnos de esa mala compañía que nos conduce al
pecado En fin nosotros los Hijos de Dios, somos personas de una y cien promesas
que no cumplimos.
Dios ha prometido bendecirnos
Dios tiene incontables promesas que quiere
que se cumplan en tu vida.
Deja ya de fallarle a Dios
Deja ya de incumplir las promesas, ábrele
nuevamente tu corazón, déjalo entrar en tu vida, porque Dios quiere llegar a tu
vida con un sinfín de bendiciones y regalos para hacer que tus días puedan
estar llenos de: FE ESPERANZA Y AMOR
Oración: Señor aquí estoy arrepentido porque
prometí cambiar y no lo cumplí, Señor te pido perdón por haber fallado a la
promesa que te hice, Señor dame una nueva chance Señor te pido una nueva
oportunidad, Señor ayúdame, Señor solo no lograre cambiar, sin ti no lograre cumplir
las promesas, pero contigo sé que lo lograre, por eso en este momento te invito
a mi vida, toma mi vida, reina en mi vida, Gracias Señor porque sé que después
de esta plegaria mi vida será bendecida con cientos de bendiciones cientos de
regalos que tu concedes a los que se arrepienten con sincero corazón.
Amen
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