DE BOTA O CHINELA

1ra Reyes 8,56 “¡Bendito sea el Señor, que ha concedido la paz a su pueblo Israel, según todo lo que ha PROMETIDO!  Pues no ha dejado de cumplir ninguna de las buenas PROMESAS que hizo por medio de su siervo Moisés.

La  Biblia entera esta llena de las Promesas de Dios, es Él único que PROMETE  Y cumple sus Promesas.
Vivimos en la actualidad en un mundo donde la gente  vive y actúa como dice  el estribillo de una  canción: PROMETES y PROMETES, Y nada.  Y nada

El libro sagrado nos ilumina esto en Proverbios 25,14 diciéndonos " nube y viento sin lluvia es el que PROMETE dar y nunca da NADA"
Has tenido la oportunidad de apreciar cuando parece que va a llover, hay vientos y nubes, pero nada, la lluvia esperada se disipa y nunca llega. PROMESAS, y promesas nunca cumplidas es la que nos ofrece "el mundo"
Pero en un ambiente de falsas promesas donde:

Un novio PROMETE  darle el mundo a su novia.
Una Mujer PROMETE muchas cosas a su suegra (como hacer feliz a su hijo)
Un HIJO PROMETE, obedecer y respetar a sus padres.
Una HIJA PROMETE llegar virgen al matrimonio.
Un padre PROMETE pasar el fin de semana en familia con los hijos.
Los gobernantes PROMETEN servir al pueblo.
 Y así innumerables promesas que casi  nunca llegan a cumplirse.

LA  BUENA NOTICIA es que nuestro PADRE CELESTIAL CUMPLE  todas sus  PROMESAS. Sobre ellas   nos narra la  Biblia en Romanos 15,8.  “Puedo decirles que Cristo vino a servir a los judíos para CUMPLIR LAS PROMESAS hechas a nuestros antepasados y demostrar así que Dios es fiel a lo que PROMETE.

Hablando de Promesas, dicen que un día, estaban en un grupo de oración  alrededor de  50 personas,  todas ellas mujeres.  El Sacerdote que las acompañaba  tocó el tema de las grandes promesas de Dios,  Hablaba acerca de los inmensos premios y regalos, que Dios tiene para proveer  a todos sus hijos. El Padre con seguridad, y firmeza decía a los feligreses:

-   Esta noche el Señor va a premiar  a todas las  personas “DEVOTAS”
-   Esta es la noche que hizo Dios para colmar de bendiciones a todas las mujeres “DEVOTAS”
-   Como ya dije  que si tienen fe el Señor va a premiar a todas las “DEVOTAS”
La mayoría de las mujeres aplaudieron, y estaban muy contentas  sonreían, daban gracias y alababan a Dios diciendo:- ¡Alabado sea Dios!, Alabado sea Jesús, Alabado sea el Espíritu Santo. El Padrecito más emocionado y lleno del Espíritu Santo decía también:-¡Si Señor Gracias!   ¡Gracias por todas las bendiciones!-  Y todo el grupo de personas a una sola voz;  le daban honra y Gloria a Dios.


 De pronto, en medio de la algarabía, y alegría se escucha  el gemir y llanto de dos mujeres,  el Sacerdote al ver que lloraban como 7 niñas juntas.  Se dirige  hacia ellas y tratando de calmarlas y consolarlas les pregunta:
- ¿Por qué están llorando?
-  ¿Por qué están tristes y derraman tantas lagrimas?
-  Cuéntenme qué  les esta pasando?
Y una de las mujeres empieza a responder con la voz entrecortada:
- Es que usted Padrecito dice que Dios va  a premiar a todas las “DE  BOTAS”
- Usted ha repetido varias veces que El Señor va a premiar sólo a las “DE BOTAS”  y nosotras dos no hemos venido “de  botas”   yo me vine “de chinelas”  y mi hermana se vino de “Zapatos”  y como el Señor solo va a premiar a las “DE BOTAS” por eso estamos tristes y lloramos.

Las Promesas de Dios, no solo son para los que se portan bien.
Las bendiciones de Dios no solo son para los que son “angelitos” y tienen alitas
Los regalos de Dios no solo son para los que asisten a la misa, para los que leen su Biblia, para los que rezan el Rosario,  para los que ayudan a los pobres. ¡No!  Las promesas de Dios son para “TODOS”.
Lo es para el Blanco, como lo es para el Negro.
Lo es para El Boliviano como para El Chino.
Los regalos y promesas de Dios  son también para el Malo, el pecador, el asesino, el violador, el ladrón.
Jesús ha venido  para que tengamos vida en ABUNDANCIA  (Jn. 10,10)  y esta PROMESA de abundancia es para TODA LA  HUMANIDAD. Sin distinción de raza

El Señor quiere Premiar y  bendecir  no solo a las “de botas” y “chinelas”.
El Señor quiere hacer realidad todas sus PROMESAS,  Acerquémonos con confianza al “trono de gracia”.Doblemos las rodillas,  alabemos su nombre, demos gracias por todo lo que nos regala, pidamos luego perdón por todas los errores y pecados cometidos, después  todo lo que necesitamos, en estos momentos,  PIDÁMOSLE que los PROMESAS, PREMIOS Y REGALOS, se hagan realidad en nuestra vida. Roguemos  por todas nuestras necesidades confiando plenamente en Dios, y en que Él nos dará  conforme a su voluntad.




 

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