ARMADO y PELIGROSO

¿A que le teme más?
Era la pregunta de una encuesta que hicieron en Bolivia hace unos meses atrás, las respuestas indicaron que la gente tiene más miedo a los asaltos que a otros incidentes.
33% atracos
15% enfermedades
13% falta de un futuro para sus hijos
10% desempleo
8% asesinato
Según este estudio reciente la gente tiene más temor a los asaltos que a las enfermedades
En el ámbito espiritual hay millones que tienen temor a los ladrones del alma.
Nuestro enemigo el diablo viene a robar, matar y destruir, todos los días suceden millones de robos y asaltos espirituales, hay quienes han perdido a su marido o a su esposa, el enemigo viene a robarnos y llevarse a nuestros hijos por el camino del mal, se roban nuestra alegría, a otros le han robado la paz, hay quienes han sido asaltados y se le han llevado le fe, la esperanza hay millones a los cuales se les ha quitado el amor y hoy viven llenos de odio, y lo más grave que el enemigo se roba es la santidad, hay quienes han perdido la gracia de Dios.

Que podemos hacer para evitar esta ola delictiva espiritual, ¿Quién podrá ayudarnos? O como diría el chapulín ¿Quién podrá defendernos? La ayuda la encontramos en la palabra de Dios leamos con atención en Efesios 6,10-16
Y ahora hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra poderes humanos sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea. Por eso tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes (Efesios 6,10-13)

El mensaje que quiero compartirles este día se llama ARMADO Y PELIGROSO
La palabra de Dios nos dice claramente que estamos en una batalla, nuestro enemigo el diablo más temprano que tarde nos atacara, enviara a sus milicias para asaltarnos y robar nuestras almas. Por esto tenemos que estar armados la biblia nos invita a que tenemos que usar “TODA LA ARMADURA DE DIOS”
Hay quienes son asaltados y no están utilizando su arma como le paso a un policía:
Dos policías se encuentran:
-¿Cómo te va? Pregunta uno,
-el otro responde: mal, muy mal, el otro día me asaltaron y me robaron la billetera, el reloj, el anillo, la cadena, me robaron todo se quejaba el policía
-el otro pregunta ¿no llevas siempre tu revolver?
El policía asaltado responde: si lo llevaba, mi revolver mi arma fu lo único que no se llevaron los ladrones por qué no me lo encontraron...

En la vida espiritual, sucede también lo mismo, los enemigos de nuestra alma nos roban, nos asaltan, se llevan todo de nuestra vida, la alegría, la paz, el amor, la fe, la esperanza, lo único que no nos roban es la armadura de Dios, ¿sabes por qué? por qué no nos la encuentran. Espiritualmente estamos desprotegidos por que las armas de la fe, nuestra armadura espiritual la dejamos dentro de la iglesia. Pensamos que las armas divinas solo se utilizan y se llevan dentro de la iglesia. Por tanto de lunes a sábado caminamos desarmados, fuera de la iglesia nos olvidamos de las alabanzas, no dedicamos tiempo a la oración no frecuentamos los sacramentos, y lo peor no dedicamos tiempo para aprender a manejar la Biblia, la palabra de Dios es la espada que nos defenderá y permitiría herir al enemigo y nos protegerá ante los ladrones del alma.

Somos soldados de Cristo y por ello estamos llamados al combate, a pelear a luchar, no espere que los demás luchen por usted.
Para el año 2014 tienen previsto utilizar lo que han llamado El soldado perfecto, son robots armados con misiles antitanques y una ametralladora que libres de miedo, cansancio y errores pelearan las próximas guerras.
Nuestra batalla espiritual no la van a librar robots, nuestra batalla no la van a librar los demás. Recuerden que cada uno de nosotros al ser confirmados obtuvimos el certificado de “soldados de Cristo” y tenemos que desarrollar bien nuestra misión como soldados para ello hay que usar la espada de la palabra de Dios.

Nuestras armas no son las humanas, sino que tienen la fuerza de Dios para destruir fortalezas (2da Corintios 10,4)

La fuerza divina la vamos a encontrar utilizando la palabra de Dios, tenemos que comenzar a leer y estudiar, aprendernos versículos estos serán verdaderas bombas en el momento del ataque enemigo, hoy tenemos que cambiar el destino de la batalla de nuestra vida. Este día esta hora tiene que marcar un antes y un después de la guerra espiritual.
Hablando de guerra sabían que el 6 de agosto 1945 a las 8:15 de la mañana fue lanzada la primera bomba atómica, el objetivo Hiroshima la bomba mato a mas de 100000 personas,
la temperatura de la bomba era de 1 millón de grados esto hizo que la mayoría murieran calcinados la bomba derritió muchos objetos pero un reloj no fue destruido por completo este quedo inutilizado y detenido indicando la hora del desastre, el dueño era Rangonakagua uno de los que murió, su hijo conservo este reloj muchos años más tarde dono el reloj de bolsillo al museo de Hiroshima donde sigue en la actualidad como símbolo indicando la hora precisa (8,16 de la mañana) hora en que el mundo cambio para siempre.
Este es el tiempo en el que el reloj de nuestra vida quede detenido indicando el momento en que hemos decidido comenzar a pelear la batalla de la fe, esta es la hora que como soldados de Cristo, tomamos la armadura de Dios, y utilizando la espada de la palabra comenzamos recuperar todo lo que el enemigo nos ha robado, Puede ser que hasta el día de hoy hemos peleado y perdido muchas batallas, puede ser que hasta el momento el enemigo nos haya derrotado robándonos y llevándose tesoros espirituales de nuestra vida pero esta es la hora de hacer historia espiritual.
Es tiempo de comenzar a vivir no tan solo para defendernos sino vivir también para atacar al enemigo, con la espada de Dios vamos a borrar toda señal, Dios borra nuestro pasado de derrotas Puede que hasta el día de hoy hayamos peleado y perdido muchas batallas puede que hasta el momento el enemigo nos haya derrotado robándonos y llevándose tesoros espirituales de nuestra vida pero esta es la hora que tiene que marcar un antes y un después
Hoy tomando la armadura de Dios, como soldados de Cristo le decimos al enemigo que estamos ARMADOS y somos PELIGROSOS.

Proclame en su comunidad, en la iglesia y fuera de la iglesia, un nuevo grito de guerra espiritual: ¡Estoy armado y soy peligroso!
Si estamos armados y equipados con armadura divina. Si Jesucristo nuestro capitán pelea a nuestro lado ganaremos muchas batallas, ganaremos la guerra espiritual y también muchas almas para el Reino de Dios. 

Amen

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