Cuerpo
+ Cerebro +Corazón Vs CONCIENCIA
-El
Cuerpo dice ¡Sí!
-El
Cerebro piensa y ordena ¡Hay que hacerlo!
-En
el corazón también hay esa sensación que parece positiva de realizar
-Pero
la Conciencia gritara: “Detente” “No te arriesgues” “No lo hagas”
La
conciencia tiene la misión de vociferar:
al cuerpo, al cerebro, y al corazón, no lo hagan y quizás estos dirán e insistirán: ¿Por qué no hacerlo? Entonces la conciencia con voz intimidadora dirá:
“Yo soy más grande que ustedes” (10 letras me
forman, la más grande de ustedes apenas llega a 7) “Porque yo soy más
importante que ustedes”
C+C+C
vs C es una formula espiritual para enfrentar y triunfar ante las tentaciones
Estas
cuatro palabras se pondrán en acción
todos los días en nuestra vida
espiritual Las 4 “C” estarán batallando continuamente, aunque esta lucha
parece desigual porque es 3 contra
uno, La más grande es decir LA
CONCIENCIA triunfara siempre y cuando tú
la dejes actuar en tu vida.
Queridos
amigos y hermanos en la fe, muchas
veces de un momento a otro se nos
presentan las ocasiones para pecar, situaciones pecaminosas que quieren
darle rienda suelta a nuestros
impulsos humanos y carnales. Nadie puede librarse de las tentaciones, nadie está a salvo de
ellas.
Cuando
llegue la tentación y toque las puertas de nuestro cuerpo, cerebro y corazón
hay que dejar que nuestra conciencia actué, hay que dejar que esta proceda con
altura, hay que permitir que sea grande.
Una
conciencia inundada por la luz de Cristo
Una
conciencia desbordada por el amor y la
misericordia de Cristo siempre será más y más pero más grande que nuestras
inclinaciones a pecar.
Si
en estos momentos sientes que no puedes
enfrentar y superar las tentaciones, con urgencia grita y pide auxilio a
Cristo, el conoce de las tentaciones, el venció toda tentación que se le
presento.
Desde
hoy: Dejemos que Cristo reine en nuestras vidas
Dejemos
que Él nos ayude a tener conciencia del pecado
Dejemos
que Cristo nos ayude para que siempre nuestra
CONCIENCIA SEA MAS GRANDE que los
deseos del cuerpo, las órdenes del cerebro y los mandatos del corazón.
“Todo está permitido”, pero no todo es provechoso.
“Todo está permitido”, pero no todo es constructivo. (1ra Corintios 10,23)
¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el
Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará nuestra
conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo? (Hebreos 9,14)
Lavada nuestra conciencia por la sangre de Cristo podremos decir como Pablo:
“Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio,
dijo: Hermanos, hasta este día yo he vivido delante de Dios con una conciencia
perfectamente limpia”. (Hechos 23,1)
“Porque nuestra satisfacción es ésta: el
testimonio de nuestra conciencia” (2da Corintios 1,12) Amen
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