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EL TAXI ESPIRITUAL

En la vida se nos olvidan muchas cosas importantes: Olvidamos las fechas de cumpleaños de familiares y amigos, olvidamos pagar las facturas de servicios básicos,   olvidamos ir a misa el domingo, y lo más importante olvidamos hacia dónde vamos, hacia donde nos dirigimos  como le paso un día a Lidubino. 
Dicen que un día Lidubino sale de su casa y toma un taxi,  el chofer del taxi pregunta a su ocasional cliente:
¿Dónde lo llevo Señor?
La respuesta  se hizo esperar, Lidubino piensa y piensa y no lograba recordar hacia donde se dirigía,  y dice al chofer:
-¡No me va a creer! Pero se me olvido donde iba,  pero se me ocurre una idea para recordar mi destino, Yo le hago unas preguntas y usted me responde, ya verá que así logro recordar hacia donde me dirijo dice un poco  preocupado Lidubino.  El chofer un poco confundido ante inusual proposición, acepta  la petición de su cliente y comienzan las preguntas.
¿Sabe cuál es el autor de la canción Gracias a la vida? Pregunta Lidubino
Se cuenta que  el chofer del taxi, tenía bastante sabiduría, fruto de su constante asistencia a la iglesia y  a los grupos de oración de la renovación carismática. Con esta sabiduría responde rápidamente:
-“Violeta parra” Señor.
Lidubino continua preguntando:
¿Qué viene de la parra?
-La uva. Responde el taxista
¿Y de la uva que viene?
El vino Señor
¿Y el vino en que se toma? Sigue preguntando lidubino
En vasos, responde el carismático taxista
Y  antes de tomar el vino que dice uno
¡Salud!  Antes de tomar se dice ¡Salud! Señor. Y ahora pregunta el chofer: ¿ya se acordó donde va dice el taxista?
Ya casi recuerdo,  ya casi  dice Lidubino y continúa preguntando
¿Quién atiende la salud?
¡El doctor!  Responde el taxista
Ante esta respuesta Lidubino  sonriente dice: ¡Lo tengo! ahí tengo que ir, estoy enfermo, Lléveme al doctor…
Cuantas preguntas, cuánto tiempo perdido para llegar al doctor.
A algunos nos pasa lo mismo,  olvidamos el destino de nuestra vida, olvidamos el propósito por el cual fuimos creados, fuimos creados para hacer el bien pero se nos olvido practicarlo, nuestro destino era amar a Dios y amar al prójimo y se nos olvido hacerlo,  y por ello hemos ido por la vida dando vueltas sin un rumbo fijo, nos dirigimos por las sendas de la vida de tropiezo en tropiezo,   las malas acciones, el pecado hace que olvidemos el destino final de nuestra existencia. Y luego estamos como Liduvino de pregunta en pregunta, de cuestión en cuestión, sin poder encontrar respuestas que recuerden a nuestra memoria el objetivo de nuestra existencia.   Las respuestas a nuestras preguntas no las vamos a encontrar asistiendo a lugares indebidos, las respuestas no  las vamos a encontrar en el alcohol y las drogas,   estas no se encuentran en el dinero y las  joyas,  las respuestas a nuestros problemas no los vamos a encontrar mirando el horóscopo,  acudiendo a los adivinos.  Todas las respuestas a nuestras ingratitudes no las encontraremos jamás en los placeres y deleites terrenales.  Si usted es un “Lidubino” que ha perdido el rumbo de su vida, Si esta perdido y quiere encontrar el camino, es tiempo de tomar un nuevo rumbo, es hora de tomar el “taxi espiritual”.   A causa de tantos desaciertos  y traiciones muchos están enfermos del alma, este el momento para hacer parar el taxi que lo llevara al hospital del alma, en el se encuentra el mejor medico, Jesucristo es el Doctor  que ha venido a este mundo para que usted tenga salud, y vida y la tenga en abundancia (Jn 10,10) Cristo es el único medico  que va a restaurar su salud, en manos de El usted tendrá una nueva vida y un nuevo rumbo.  En el hospital del alma, con Cristo  usted tiene trato especial y preferencial.   Jesucristo  después de atenderlo y restaurar su vida le dará de alta, y luego le mostrara el verdadero camino a seguir (Jn 14,6) le mostrara  el mismo camino de aquel que un día usted se desvió.
Querido hermano que lee esta reflexión, Si se encuentra parado en las rutas de la vida con infinidad de problemas, si su vida está llena de heridas  a causa de sus errores y pecados, hoy es el día  que tiene que tomar  la decisión más importante en su vida, Hoy puede volver a empezar, Hoy tiene la oportunidad de tomar nuevamente el “taxi espiritual” que lo llevara al único y verdadero medico: Jesucristo  El doctor y guía de los pacientes enfermos y sin rumbo.  
Ante esta invitación deje de hacer preguntas y más preguntas,  su respuesta tendría que  ser: ¡Taxi! ¡Taxi”  me lleva al hospital del alma,  lléveme lo más rápido posible porque estoy cansado de andar enfermo y sin rumbo, apúrese que tengo una consulta gratis  con el mejor medico del mundo.  Amen

Querido hermano: En el desierto de su  vida, las tentaciones llegaran, el enemigo estará acechando para destruirlo, pero ahora ya sabe cómo enfrentarlo:
 -Pida el Espíritu Santo todos los días
-Lea y aprenda  la palabra de Dios
-Obedezca la palabra de Dios.

Estoy seguro que si  cumplimos estos tres pasos, recordando las palabras del soldado Nacho “si es ataque por sorpresa lógico que tengo que poner cara de asombro mi sargento”  El sorprendido será nuestro enemigo. Poniendo en práctica lo que nos enseña Lucas 4,1-13 a nuestro enemigo no le quedara más que poner “cara de asombro” y retirarse.

 Oración: Señor  se que tarde o temprano tendré que transitar por el desierto de las tentaciones, por ello en este momento pido ser lleno de tu Espíritu Santo, Ven Espíritu Divino, Ven Espíritu a llenar  con tu poder todo mi ser,  Abre mis ojos para poder ver tu palabra, abre mis oídos para poder escuchar tu palabra, abre mi corazón para que el poder de tu palabra penetre en el.  Espíritu Santo enséñame y ayúdame  a OBEDECER la Palabra de Dios, para salir victorioso en el combate espiritual. 

Amen

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