Cuanta gente hoy por hoy tiene hambre pero más que hambre material, la mayoría tiene hambre espiritual. El alimento que la humanidad necesita simplemente se llama Jesucristo, El pan que da vida, (Jn 6,48) Jesucristo el pan vivo que ha bajado del cielo (Jn 6,51). Pero en la vida cotidiana, parece que nadie quiere el alimento eterno muchos buscan alimento perecedero, millones se dejan engañar por el enemigo que ofrece alimentos que producen muerte y muerte eterna
-Hoy son pocos los que buscan alimento espiritual. Muy pocos van a la iglesia a buscar el alimento eterno. Recuerdo claramente unos meses atrás cuando asistí a la misa, la iglesia estaba semivacía, esta tenía capacidad para 150 personas y en la iglesia no había más de 15 personas. Lo anecdótico de esta celebración sucedió en el momento de la consagración, en momento en que el sacerdote decía: “Este es mi cuerpo”… un perro entra a la iglesia moviendo la cola, (este gesto me hacía notar su alegría, lo contrario de nosotros que algunas veces vamos a la iglesia con una cara de mal humor) el perro se dirigió al centro del templo se recostó y se quedo ahí a escuchar el resto de la misa. Lo que pensé en ese momento al ver la iglesia casi vacía y al ver al perro fue lo siguiente: que su amo como no tenía tiempo para ir a la iglesia, pensé que el dueño del perro mando a su mascota al templo y antes de hacerlo se dirigió a Dios diciéndole: “Yo no puedo ir a la iglesia pero por lo menos te mando a mi mejor amigo, ahí tienes Señor te mando a mi mascota a la iglesia…
¿Cuantas iglesias vacías? ¿Cuánto alimento espiritual para nosotros? Pero muy pocos los que llenan la iglesia, muy pocos los que buscan alimentarse de la Palabra de Dios. No perdamos el tiempo, este es el día en que tenemos que buscar a Cristo alimento que produce vida y vida eterna. Hoy mi hermano es hoy que está con vida, mañana puede ser demasiado tarde.
En este momento usted quizás pensara: “ya es demasiado tarde para buscar a Dios”, Sus problemas y necesidades lo hacen exclamar: ¡No hay alimento para mi hambre! Hay en este momento mujeres, madres esposas que necesitan ser consoladas, porque están sufriendo una infidelidad, están sufriendo el abandono, hombres y mujeres que atraviesan un divorcio, y tienen hambre, hay quienes sufren por los hijos desobedientes, otros tienen tremendos problemas, otros no consiguen trabajo, habrá también quien sufre alguna enfermedad grave, una enfermedad terminal y tiene hambre de salud. Otros están deprimidos, cansados, fatigados, amargados, dejados, olvidados y muchos derivados de “ados”. Al pasar por todo esto creemos que es demasiado tarde para obtener el alimento que devolverá la alegría y sonrisa a nuestro rostro. Para usted que piensa así tengo una buena noticia, usted está cerca de alcanzar su milagro. El evangelio dice que Jesús realizo el milagro de la multiplicación de los panes: “Cuando ya comenzaba a hacerse tarde” (Lc 9,12)
Cuando usted cree que es demasiado tarde, es cuando comienza a gestarse el milagro, esto quiere decir que cuando creemos que ya no hay esperanza, cuando ya parece que no hay solución, ese es el momento de Cristo, esa es la especialidad de nuestro Señor, cuando todo parece perdido, cuando todos nos abandonan el llega para hacernos compañía y alimentarnos.
Hoy es tarde para muchos de nosotros El señor pregunta ¿Tienes hambre? ¿Qué tipo de pan necesitas que multiplique en tu vida? ¿Qué alimento multiplico en tu matrimonio y en tu familia? ¿Qué alimento necesita tu alma?
Hoy es el tiempo de gracia y misericordia, hoy es el día en que tu hambre espiritual puede ser saciada. No pierdas el tiempo aliméntate de Cristo.
Busca alimento en la Oración: ¡Lo encontraras!
Busca alimento en la Biblia: ¡lo encontraras!,
Busca alimento en la iglesia, EN LA EUCARISTIA: también lo encontraras.
Jesucristo es el pan de vida eterna. Cristo El alimento espiritual esta por todas partes: ¡BUSCALO y LO ENCONTRARAS!
“¿Para qué van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por cosas que no alimentan? Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su paladar se deleitara con comidas exquisitas. Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá”
(Isaías 55,2-3)
0 comentarios:
Publicar un comentario