Cierto día se estaba llevando a cabo un juicio:
El juez dice: Lidubino se te acusa de conducir a exceso de velocidad.
¿Puedo decir algo señor juez? Pregunta el acusado y luego dice: “La infracción fue totalmente involuntaria y casual”.
-No puede decir eso, porque en el camino había un letrero que indicaba que la velocidad máxima era de solo 50 Km por hora.
- Entonces el acusado sonriendo dice: Soy inocente señor juez, como iba a poder leer y distinguir dicho letrero si yo iba a más de 100km por hora…
El juez dice: Lidubino se te acusa de conducir a exceso de velocidad.
¿Puedo decir algo señor juez? Pregunta el acusado y luego dice: “La infracción fue totalmente involuntaria y casual”.
-No puede decir eso, porque en el camino había un letrero que indicaba que la velocidad máxima era de solo 50 Km por hora.
- Entonces el acusado sonriendo dice: Soy inocente señor juez, como iba a poder leer y distinguir dicho letrero si yo iba a más de 100km por hora…
En las rutas de la vida, hay más de uno que transita por ellas con exceso de velocidad. Vivimos aprisa, vivimos apurados. Cada día son millones y millones que imitan a los que van cometiendo infracciones espirituales, y también se convierten en productores de una película personal llamada “Máxima Velocidad”.
Es el momento oportuno para que tomes un descanso, hagas un alto en tu vida de conductor y te pongas a pensar en el sinnúmero de infracciones espirituales que puedes dejar de cometer simplemente si reduces un poco la velocidad. Vivir tu vida con prisa provocara que no veas las señales del camino. Dios ha puesto a lo largo del camino señales que advierten el peligro, estas dicen: “curva peligrosa” “alto” “detente” “cuidado” “velocidad máxima…”
Lamentablemente miles de miles no vieron los letreros del camino, no advirtieron esa curva peligrosa, no vieron las señales y como consecuencia cayeron al precipicio, el pecado cometido conduce a las profundidades del abismo donde todo es penumbras y oscuridad.
Si eres de los que ibas a “máxima velocidad” no viste las señales, te encuentras caído y abatido tengo una buena noticia para ti, existe alguien que te puede volver a poner en pie, es mas hay alguien que quiere volverte a poner en el camino correcto. Quizás tus familiares y amigos de confianza te han visto hundido, no te ayudaron y pasaron de largo. En este momento Jesucristo el conductor de la vida quiere rescatarte, quiere sacarte de la fosa fatal, del barro del pantano, quiere poner tus pies sobre la roca y asegurar tus pasos, el quiere darte un canto nuevo (Salmo 40,3-4)
Este es el día para que tu vida cambie de “Máxima velocidad” a “Máxima credibilidad”
Termino anunciándote la propuesta que Dios tiene para ti, y esta dice así:
Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida, por una parte, y por la otra, el mal y la muerte. Lo que hoy te mando es que tú ames a Yave tú Dios, y sigas sus caminos. (Deuteronomio 30,15)
A la última frase “seguir sus caminos “es necesario incluir en la práctica diaria lo siguiente: “con precaución”. Es necesario e importante para nuestra vida observar las señales que Dios ha puesto en el camino, y más que observarlas, obedecerlas y ponerlas en práctica.
Oración: Señor me encuentro caído, por ir con exceso de velocidad no vi tus señales que me advertían el peligro, Señor el pecado me ha llevado al abismo. En este momento imploro para que me saques del fondo, ven en mi ayuda, levántame y pon mis pies sobre la roca, por tu bondad y misericordia concédeme una nueva oportunidad, regálame una nueva vida para que pueda seguir tus caminos, pero esta vez hacerlo con precaución, obedeciendo las señales y decidiendo por el bien y la vida decidiéndome todos los días por la fe, la esperanza y el amor. Gracias Señor por esta nueva oportunidad.
Amen
Es el momento oportuno para que tomes un descanso, hagas un alto en tu vida de conductor y te pongas a pensar en el sinnúmero de infracciones espirituales que puedes dejar de cometer simplemente si reduces un poco la velocidad. Vivir tu vida con prisa provocara que no veas las señales del camino. Dios ha puesto a lo largo del camino señales que advierten el peligro, estas dicen: “curva peligrosa” “alto” “detente” “cuidado” “velocidad máxima…”
Lamentablemente miles de miles no vieron los letreros del camino, no advirtieron esa curva peligrosa, no vieron las señales y como consecuencia cayeron al precipicio, el pecado cometido conduce a las profundidades del abismo donde todo es penumbras y oscuridad.
Si eres de los que ibas a “máxima velocidad” no viste las señales, te encuentras caído y abatido tengo una buena noticia para ti, existe alguien que te puede volver a poner en pie, es mas hay alguien que quiere volverte a poner en el camino correcto. Quizás tus familiares y amigos de confianza te han visto hundido, no te ayudaron y pasaron de largo. En este momento Jesucristo el conductor de la vida quiere rescatarte, quiere sacarte de la fosa fatal, del barro del pantano, quiere poner tus pies sobre la roca y asegurar tus pasos, el quiere darte un canto nuevo (Salmo 40,3-4)
Este es el día para que tu vida cambie de “Máxima velocidad” a “Máxima credibilidad”
Termino anunciándote la propuesta que Dios tiene para ti, y esta dice así:
Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida, por una parte, y por la otra, el mal y la muerte. Lo que hoy te mando es que tú ames a Yave tú Dios, y sigas sus caminos. (Deuteronomio 30,15)
A la última frase “seguir sus caminos “es necesario incluir en la práctica diaria lo siguiente: “con precaución”. Es necesario e importante para nuestra vida observar las señales que Dios ha puesto en el camino, y más que observarlas, obedecerlas y ponerlas en práctica.
Oración: Señor me encuentro caído, por ir con exceso de velocidad no vi tus señales que me advertían el peligro, Señor el pecado me ha llevado al abismo. En este momento imploro para que me saques del fondo, ven en mi ayuda, levántame y pon mis pies sobre la roca, por tu bondad y misericordia concédeme una nueva oportunidad, regálame una nueva vida para que pueda seguir tus caminos, pero esta vez hacerlo con precaución, obedeciendo las señales y decidiendo por el bien y la vida decidiéndome todos los días por la fe, la esperanza y el amor. Gracias Señor por esta nueva oportunidad.
Amen
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