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LOS LEONES

1ra Pedro 5,8 “Sean sobrios y estén vigilantes, porque  su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar”.

Los leones estaban amenazando con invadir  un lejano pueblo, los pobladores vivían atemorizados por esta invasión inminente.
Para evitar los peligros que trae el hecho de tener cerca a estos animales salvajes y peligrosos, las autoridades del lugar deciden ofrecer una recompensa de 1.000 dólares por cada león atrapado,  ya sea vivo  o muerto.
Nachiviris  y Ronaliviris   eran unos empedernidos cazadores de leones,  estos afamados cazadores  se lanzan a la ardua tarea de cazarlos,  pensando que con ello podrían ganarse varios miles de dólares.
El día lunes, empieza la cacería. Buscan por el Norte, no encuentran ningún león.
Buscan por el Sur, por el este, por el oeste y tampoco encuentran a los temibles felinos.
 La noche llega y los “temibles cazadores” deciden reponer fuerzas para continuar al otro día.
Pero en el momento menos esperado, los leones aparecen y viendo a los cazadores se disponen a atacarlos.
Nachiviris, el cazador con mayor experiencia presintiendo el peligro despierta y mirando a su alrededor se ve sorprendido e impresionado por la manada de leones que los rodeaban,  empieza a contar los leones, 1, 2, 10, 20, 30, 40, 50, 100… Luego de contar tantos leones,  se apresura a despertar a su amigo  y le dice:
-Despierta Ronaliviris,  -aparecieron los leones-,  y más emocionado que antes exclama:
¡Somos ricos! ¡Somos ricos!  
(Seguro pensó en la recompensa, 1000 x león= 100.000 dólares)

Nuestra vida, esta como una selva donde abundan los leones.  
Día a día, hora tras hora,  sin querer queriendo nos internamos en la selva de la vida,  y resulta que de la noche a la mañana aparecen los leones, como dice la escritura, aparecen rugiendo para devorarnos. Aparece un león para cada personaje, existen leones disfrazados de la siguiente manera: 
El León de la soledad
El león de la depresión
El león del odio y la guerra
El león de la lujuria, vicios y placeres, con mucha astucia este león nos lleva a la fornicacion y al adulterio.
Aparecen también leones que nos conducen a la avaricia. 
Otros leones nos devoran  llevándonos por el camino de la brujería, el esoterismo. 
En la actualidad existes muchos leones, que buscan como devorar a los fieles de la iglesia de Cristo.
¿En tu vida existe algún  león que te quiera devorar? 
   ¿Te das cuenta cual es?

Transitar por esta selva de la vida, cada vez se torna más peligroso, ante ello tenemos que resistir las amenazas del maligno,  la sagrada escritura nos indica como hacerlo:
“Sométanse, pues a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes” (Santiago 4,7) 
 La solución, para resistir a los leones, esta en que debemos primero SOMETERNOS A DIOS

Oración:
Padre misericordioso,  Dios Todopoderoso:
Hoy quiero pedirte auxilio, me dirijo a ti para implorarte que me ayudes a enfrentar los “leones de la vida”  Señor, todos los días tengo que batallar el buen combate de la fe,  pelear con el maligno que se disfraza de león rugiente para devorarme.  Hoy Señor decido SOMETERME a ti,  quiero obedecer tus mandamientos,  deseo que tú seas el dueño de mi corazón, te entrego mi vida,  Padre amado en nombre de tu hijo Jesucristo, te ruego me liberes de las trampas  y garras del maligno. Confió Señor en que SOMETIENDOME en todo, a tu voluntad, podré caminar por la selva de la vida, libre y a salvo de todo peligro.  ¡Gloria a Ti Señor!  Amén. 



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