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POBRE o RICO

2da Corintios 8,9 “Ya conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos”

El 13 de Enero del año 2.008  en Santa Cruz, Bolivia  la prensa hacia conocer la noticia que traía el siguiente titulo: “Hombre que pedía limosna murió en gradas de la iglesia”
Se trataba de Alfredo Triguero un hombre de 60 años de edad, que vivía de la limosna de la gente, y fue hallado muerto justo en las gradas de la parroquia Jesús Nazareno, se informo en la policía

De esta noticia me impactan y me llama  la atención dos cosas:
1 El hombre era un mendigo y pedía limosna
2 estaba afuera de la iglesia 

Muchos de nosotros de alguna u otra manera vivimos alejados de Dios, fuera de la iglesia  pidiendo limosnas, nuestra vida acontece necesitados de: felicidad, alegría, esperanza, somos indigentes en paz y tranquilidad, estamos carentes de generosidad y bondad, muchos somos limosneros de amor.  Desconocemos las promesas abundantes de Dios, ignoramos que Cristo Jesús vino para darnos vida en abundancia (Jn 10,10)  no conocemos que Cristo siendo rico se hizo pobre por nosotros para que su pobreza nos hiciera ricos (2da Corintios 8,9) 
- Ignorar estas promesas
 -Rechazar las bendiciones y regalos de Dios.
- Vivir distantes, alejados y fuera de la iglesia, Nos convierte en mendigos espirituales, nos sumamos a los miles y miles de indigentes de amor.

¿Qué podemos hacer?
La palabra de Dios y una de sus promesas para dejar de ser Mendigos espirituales la encontramos en Isaías 55,1-3,  leamos, aprendamos y supliquemos:

“A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! No importa que estén sin plata vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche, sin pagar.

¿Para que van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por cosas que no alimentan?
Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su paladar se deleitara con comidas exquisitas. Atiéndanme y acérquense a mi, escúchenme y su alma vivirá”.


Oración:
 Alabado seas  Señor por tu entrega generosa e infinita,  te alabo  por las bendiciones y regalos que tienes para mi.  En este momento me doy cuenta que a veces por ignorancia, otras veces por rebeldía y otras tantas por incredulidad, he vivido como: mendigo, indigente y pobre en muchos aspectos de mi vida.  Hoy quiero aprovechar esta Buena Noticia,  y me acerco a ti, para recibir todas las bendiciones, todos los dones y regalos que en tu infinita misericordia me quieras dar. ¡GRACIAS

 SEÑOR!   

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