EL DESIERTO


Éxodo 17,7  y llamo a aquel lugar Meriba porque los israelitas le habían hecho reclamaciones y también lo llamo Masa porque habían puesto a prueba a Dios al decir: ¿Esta o no está el Señor con nosotros?
    Usted sabia que  el 34% de la población vive en tierras desérticas Una de cada tres personas en el mundo totalizando 2.100 millones  personas, viven en tierras secas o áridas que dificultan su acceso al agua, los alimentos y la agricultura. En el áfrica la desertificación tiene su mayor impacto donde unas dos terceras partes son desiertos o tierras secas es decir el 65%
En nuestra vida espiritual también habrá desiertos, un desierto es sinónimo de necesidad esto quiere decir que habrán problemas y dificultades, el desierto es sinónimo de tentación, el desierto es sinónimo de soledad. En nuestra vida si tomamos como referencia el porcentaje de desiertos en la tierra, quizás  el 30% de nuestra vida  en otros casos como en áfrica hasta el 65% de la vida se desarrollara entre desiertos  es decir entre problemas sufrimientos y dificultades. Para llegar a la tierra prometida para llegar al cielo es necesario atravesar muchos desiertos.
 En el desierto, cuando se atraviesa por el dolor, el sufrimiento cuando llegan los problemas  muchos se cuestionan y dicen como los israelitas en Éxodo 17,7 ¿Esta o no esta Dios con nosotros? 
La buena noticia es que, en nuestros desiertos, en nuestros problemas, sufrimientos tentaciones, y soledad,  Jesucristo esta cerca de nosotros, ¿Por qué?  Sencillamente porque el enfrento el desierto, en el desierto se enfrento   con el tentador  durante 40 días como nos narran las escrituras en el capítulo 4 de San Mateo.  Jesucristo salió triunfador, Jesucristo venció todas las tentaciones y dificultades   y por ello les dice a los que en este momento estén pasando necesidades y tentaciones: “En la vida tendrán tribulaciones” “En la vida tendrán que pasar desiertos”  “En la vida tendrán que pasar tentaciones” pero no se DESANIMEN, ANIMO,  yo he vencido al desierto, yo he vencido todas las tribulaciones, yo he vencido al mundo, (Jn 16,33). No se desanimen dice el Señor, además yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, estaré a tu lado todos los días hasta el fin de tus días. (Mt 28,20)
En el desierto en más de una ocasión nos dará sed,  esta tenemos que saciarla  con Dios, nuestra actitud en el desierto de la vida tiene que ser la del Salmo 63,1-2 “Dios mío, tu eres mi Dios con ansias te busco, pues tengo sed de ti  mi ser entero te desea cual tierra árida sedienta sin agua”  y también el Salmo  42,2-3 “Como el ciervo sediento en busca  de un rio, así Dios mío, te busco a ti. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida”.
Oración: Señor gracias  por tu palabra, gracias por que nos recuerdas que tu  estas presente en todos nuestros desiertos,  Señor tú conoces la vida de cada uno de nosotros, tu sabes porque desierto estamos atravesando,  tu sabes qué tipo de necesidad tenemos.  Señor te presentamos en este momento todos nuestros desiertos, te entregamos todos nuestros problemas, te entregamos todos nuestros sufrimientos,  Señor ayúdame a atravesar todos los desiertos espirituales. Mi alma tiene sed de ti Señor… 

Amen



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