UN DIA ESPECIAL

 
                         “UN DIA ESPECIAL”

¿Sabias Que? Cada mes que comienza en domingo tiene un Viernes 13. En la mayoría de las culturas occidentales un viernes que caiga en el día 13 se considera de mala suerte. Conocer esto me hizo reflexionar acerca del porque, solo cuando comienza el mes en domingo hay un viernes 13, y luego el Espíritu Santo como que me dijo en el corazón: “Es que así es la vida espiritual”, 
-El viernes significa un día de dolor
-El viernes significa problema y dificultades
-El viernes significa muerte
-El viernes es un día de  derrota y frustración
Pero el domingo es diferente:
-El domingo es el día que Cristo venció y destruyo los poderes de las tinieblas y la muerte
-El domingo es sinónimo de victoria y triunfo.
-El domingo es un día para celebrar y gritar a viva voz: ¡LA MUERTE HA SIDO VENCIDA!
-El domingo es un día para proclamar hasta el cansancio: ¡CRISTO HA RESUCITADO!
Querido amigo y hermano en la fe: Probablemente tu vida en este momento se desarrolle en el viernes, es decir estas atravesando problemas, dolor y sufrimiento.  Pero la buena noticia es que la vida comenzó un domingo, Un domingo Cristo nos rescató del reino de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, un domingo comienza la vida y más que eso comienza una vida QUE SERA ETERNA. ¡Gloria a Cristo!
Ya no importa los viernes de terror que atravesemos, no importa cuántos viernes negros  hayan en nuestra vida espiritual, estos son finitos y perecederos, no sucede así con el DOMINGO, el domingo es un día ETERNO, simplemente:
-Por que Cristo ha vencido
-Cristo es el triunfador
-Cristo tiene todo el poder en el cielo y en la tierra (Mateo 28,18)
-Cristo es el Alfa y Omega (Apocalipsis 21,6)
-Cristo es el único que tiene palabras de VIDA ETERNA.
En este día si atraviesas por dolor y llanto recuerda que Cristo te dice a tu corazón:
“En la vida tendrás problemas y tribulaciones, pero ánimo Yo he vencido al mundo” (Juan 16,33)
Y por último: ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?  Como dice la Escritura:

«Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte;
Nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.»

Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro,  ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! (Romanos 8,35-39) Amen

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