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!SAL DE MI VIDA!

Se cuenta que Lidubina y Lidubino atravesaban por una crisis matrimonial, deciden dialogar sobre el tema y ella dice:
¡Creo que le está faltando algo a nuestro matrimonio!, Creo que le falta algún condimento. Lidubino luego de escuchar a su esposa dice:
¿Falta condimento dices?, Tienes razón, ya sé que condimento falta: SAL, y luego le dice ¡SAL DE MI VIDA!...
Esta broma, hoy por hoy es realidad en miles de matrimonios,  que atraviesan y están en crisis sentimental, ya paso la luna de miel, ya pasaron los días de amor, pasaron los años de entusiasmo y unidad, hoy muchos (as), optan por lo más fácil, deciden decirle a su pareja la frase más fácil y cobarde: ¡SAL DE MI VIDA!  ¡YA NO TE SOPORTO!  Simplemente vete por que YA NO TE AMO.
Si tu matrimonio atraviesa por alguna dificultad, si crees que a tu matrimonio le falta algún condimento, yo te digo que es verdad, le está faltando la sal, pero la sal del Evangelio.
Jesucristo dijo: Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea. (Mateo 5,13)
Si quieres salir de la crisis matrimonial que atraviesas, invita a Cristo a tu matrimonio.
Cristo tiene no solo el condimento de la sal,
Cristo tiene todos los condimentos necesarios.
Si aceptas a Cristo como  tu consejero matrimonial, si lo reconoces como el Señor de tu vida y de tu matrimonio, yo te aseguro que el traerá a tu relación: Amor, Paz, Paciencia, Perdón, Esperanza, Gozo y Alegría, Comprensión, Comunicación, Fortaleza, Unidad, Perseverancia, etc. Con estos condimentos en tu matrimonio cada día este será renovado y motivado, cada día será como volver a empezar una luna de miel, y vivirán felices comiendo perdices.
Yo te invito en este día que ores por tu matrimonio.
 Si no pueden orar juntos, hazlo tú diciendo con firmeza y fe:
Odio y resentimiento  ¡Sal de mi matrimonio!
Tristeza y depresión ¡sal de mi matrimonio!
División  ¡Sal de mi matrimonio!
Adulterio ¡Fuera de mi matrimonio!
Terquedad y testarudez ¡Fuera de mi matrimonio!
 En este día Señor te invito que vengas a mi matrimonio, trae esa sal que este necesita, por fe creo que tú tienes todos los condimentos para que mi matrimonio no se acabe, para que mi matrimonio persevere hasta que la muerte nos separe. 
Amen





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