Los Pérez no cabían en sí de la dicha cuando les nació el
hijo que desde hacía mucho tiempo habían deseado. Estuvieron debatiendo el
nombre de su primogénito, y después de descartar todos los comunes, se
decidieron al fin por un nombre especial: “INCREIBLE”.
Fantástico Pérez, tuvo una niñez maravillosa, a no ser por la
burla que hacían de su nombre. “Increíble Pérez” llego a odiar su
nombre, creció se casó, tuvo hijos y siguió aborreciendo su nombre. Disfruto de
una vida profesional de buen éxito y, ya anciano, enfermo de gravedad. En su
lecho de muerte suplico a su esposa: Por favor te lo ruego, que no pongan mi
nombre Increíble en mí lapida, que sea “Pérez”
simple y llanamente. Murió y en cumplimiento de sus deseos, su
viuda hizo que no le pusieran Increíble, en la tumba. No obstante, Pérez
le parecía demasiado simple para un marido tan excelente como había sido el, así
que a Pérez hizo añadir estas palabras: "Durante su matrimonio nunca
se fijó en otra mujer". Ahora todo el que pasa frente a la lápida murmura
asombrado: ¡INBREIBLE!...
Parece que ahora la fidelidad en el matrimonio, es como de
ciencia ficción,
También ser fieles a Dios parece INCREIBLE
Vivimos en la cultura
del placer terrenal , que parece increíble
vivir según la voluntad de Dios,
Si estas vivo, aun
tienes chance de que te llamen: “Fantástico”, “Fenomenal”, “Fabuloso”
Es tiempo de hacer de nuestra vida, una vida “INCREIBLE”
Es un desafío que nuestra vida de fe, sea tan pero tan fantástica,
Es un reto seguir anunciando la fantástica e increíble noticia
de la salvación: “JESUCRISTO MURIO POR LOS PECADORES”
Anunciar la IMPRESIONANTE NOTICIA: “JESUCRISTO RESUCITO”
“JESUCRISTO ES EL MISMO DE AYER de HOY y de SIEMPRE” (Hebreos 13,8)
Amen
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