EL CHUPETE

“Después de que tomaron preso a Juan, Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena  Nueva de Dios. Decía: “El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. CAMBIEN sus CAMINOS, y crean en la Buena  Nueva.” San Marcos 1,14-15

Esta es la historia de una madre de familia y su hijo (cualquier parecido con su vida es solo coincidencia)
Paola tenía un gran problema con su hijo de 5 años. Gustavo, se llamaba el niño que tenia la particular “adicción” por los dulces. Al niño le encantaban los “chupetes” (dulce muy requerido por los niños)

La mamá muy afligida por los problemas de salud que su hijo pudiese tener no sabia que hacer  para que el niño lograse dejar el chupete.  Ella había agotado todos los recursos, incluso había llegado a castigarlo físicamente, pero Gustavito  hasta se escondía para saborear los  deliciosos “chupetes”.

Un día se le ocurre a Paola llevar con engaños al niño donde su, al cual el niño apreciaba y respetaba bastante. Buscaba que éste le aconsejase y ayudara  al niño a  dejar la adicción al chupete.

En casa del compadre Paola dice: - Compadre he venido a visitarlo por que ya no se que hacer con mi hijo, este pequeño bribón no deja de buscar los dulces,  yo quisiera que usted le diga algo al niño, aconseje a Gustavito , que deje el chupete, él  a usted lo quiere y lo estima mucho estoy seguro le obedecerá, ¡“Porfis” compadre ayúdeme, dígale algo a mi hijo!

Nacho, el padrino, se queda un momento en silencio pensativo y no dice nada… Después de un rato le dice a su comadre: - bueno, yo le puedo ayudar pero no en estos momentos comadre.  Le ayudo con el niño pero por favor tráigamelo dentro de 30 días, ahora no se me ocurre nada para colaborarle. Paola acepta el trato y decide volver en  30 días, cree que así su compadre tendrá  tiempo de sobra para prepararse.

Pasan los 30 días de mucha impaciencia para Paola pero de mucha dulzura de chupetes para “Gustavito”.  Nuevamente van a casa del compadre. Nacho ni bien ve llegar al niño, empieza a increparle que los dulces hacen daño, que los chupetes le traerían problemas, con los dientes,  con esto, con lo otro y en fin, el compadre  se la paso como 3 horas aconsejando y convenciendo al niño para que lograse dejar el chupete. Termina su prolongada terapia “chupetística”  con la promesa que hace el niño de dejar los dulces y chupetitos.
La comadre contenta y alegre pues confiaba en que todo iba a cambiar desde ese momento,  pregunta a su compadre:
¡No me explico como hace 30 días usted no logró dar ni un solo consejo a mi hijo! ¡No entiendo como ahora pudo  estar 3 horas aconsejándole!, ¿por que usted me hizo esperar  30 días compadre?

¿Sabe qué comadre Paola?, yo hace 30 días no podía aconsejarle al niño, pues  yo también era un ADICTO A LOS DULCES,   pero en estos 30 días  pasados he logrado abstenerme y dejar los caramelos y ahora me siento capaz de poder aconsejar como hacerlo, pues ya DEJE EL CHUPETE.
      

-Usted no puede hablar y aconsejar sobre el AMOR si en su corazón existe ODIO.
-Usted no puede hablar de ALEGRÍA,  si vive lleno de TRISTEZA.
-No podemos hablar de PACIENCIA, si somos IMPACIENTES.
-No se puede aconsejar acerca del PERDÓN, si no hemos PERDONADO.
- Nadie puede referirse a la  HUMILDAD, si es ORGULLOSO y VANIDOSO. -Imposible hablar de TRABAJO y ser VALIENTES, si somos FLOJOS y PEREZOSOS.
-Yo no puedo hablar de FIDELIDAD si soy un ADÚLTERO.
-No se puede hablar de PUREZA, si usted esta IMPURO.
- Difícil  tratar de GUIAR  a los demás si no conocemos el CAMINO.
- No puede pensar en el  CIELO, si vive solo pensando en lo que hay en la  TIERRA.

 En fin usted y yo no podemos aconsejar, y decir a los demás que CAMBIEN SUS VIDAS,  si nosotros primero no CAMBIAMOS NUESTRA VIDA. Usted no puede enseñar a los demás a dejar “el chupete”Si usted es un adicto a los “dulces”.

Pensemos en estos momentos cual es nuestra debilidad.
¿Cuál es el chupete que no puedes dejar? Pidámosle a Dios Padre que por medio de su hijo nos ayude a  dejar todo aquello que nos molesta, que nos causa daño, dejemos  el pecado que tenemos en nuestro corazón, y que nos impide vivir la vida en abundancia que Jesús trajo para nosotros.

Oración:
 Padre Bendito, Amoroso y Bondadoso,  me acerco a ti y clamo por medio de esta oración para que  me ayudes  a dejar el vicio, el pecado que me aleja de tu presencia.  Amado Señor me acerco a la Cruz y en estos momentos al pie de ella dejo toda carga inútil, en especial las amarras del pecado que llevo conmigo. Dejo en estos momentos todo vicio, toda inmundicia, toda ofensa, odios, rencores, iras, envidias, chisme, idolatrías, adulterios, fornicacion, prostitución, alcoholismo, drogadicción,  etc. etc. los echo y los dejo a los pies de tu Cruz, Señor.  Me declaro ¡LIBRE! En el nombre de Jesús, soy liberado para poder anunciar las  BUENAS NUEVAS  del reino.
Gracias Padre Misericordioso, TE ALABO, TE EXALSO, TE AMO DIOS MIÓ, porque unido a tu Hijo Jesús, soy una nueva creación. ¡Gloria a ti Señor! GRACIAS,  UN BILLON DE GRACIAS… 
Amen.


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