Yo soy el PAN DE VIDA. Sus antepasado comieron el maná en el desierto, pero murieron, ahora tienen el PAN que baja del cielo, para que lo coman y ya no MUERAN. Yo soy el PAN VIVO, que ha bajado del cielo. El que COMA, de este PAN VIVIRA PARA SIEMPRE, el pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo. (San Juan 6,48-51)
Un niño de 3 años convence a su padre para que le compre una mascota, (un perrito). En el mercado de cachorros, había perros de toda clase, para todos los gustos y disgustos. Su papá le dice al niño: tienes 5 minutos para decidir cual será tu primera mascota, tu primer perrito. Escoge el can que más te guste.
El niño al ver tantos perros no sabe cual escoger. De pronto, encuentra uno que le llamó la atención, por que se veía muy alegre y feliz y lo demostraba moviendo su cola.
-¡Papá! ¡Papá!, Quiero ese perrito, ese que tiene el FINAL FELIZ. ¡¿Cuál final feliz?- Pregunta confundido el Papá. -Ese, ese no ves que tiene el final feliz.
Y el papá al ver que uno de ellos marcaba la diferencia por que estaba alegre y movía bastante la colita, se da cuenta a quien se refería el niño, cuando le decía el final feliz,
Muy bien hijito, llevémonos el que tiene el FINAL FELIZ…
Las telenovelas en su mayoría (99.99%) tienen un FINAL FELIZ.
Las películas también por lo general.
Y la telenovela o película de su vida como terminara
¿Usted quiere llegar al final de su vida y tener un final feliz?
En nuestro interior existe el deseo y anhelo por lograr un FINAL FELIZ, sea en el hogar, en el matrimonio, en el negocio, en la universidad. En fin en todos los aspectos de nuestra vida debemos luchar y esforzarnos por alcanzarlos.
Pero por sobre todas las cosas debemos preocuparnos por que nuestra alma y espíritu tengan un FINAL FELIZ.
Cómo lo lograremos.
El secreto para esto se llama “EUCARISTÍA”
Jesús nos lo enseña en Jn. 6,48-51 “El que coma de este PAN VIVIRA POR SIEMPRE”. Si de verdad queremos tener un Final feliz debemos alimentarnos con el pan de VIDA ETERNA,
Jesús se ha querido quedar en ese pedacito de pan para que nosotros podamos alimentarnos todos los días y no desfallecer en este caminar hacia la CASA DEL PADRE. Este “preciosísimo” alimento espiritual está disponible cada DÍA en miles y miles de iglesias que celebran el SACRIFICIO de JESÚS en la cruz por nosotros. LA SANTA MISA. Nos lo recuerda, JESÚS CONVERTIDO EN EL PAN VIVO HA BAJADO DEL CIELO.
Quien tenga la GRACIA de alimentarse de ÉL, tendrá un FINAL FELIZ Y VIVIRA POR SIEMPRE.
¡Gloria a Dios! ¡Alabado seas por siempre! ¡Gracias Jesús!
por darnos un regalo tan maravilloso y fenomenal: “ LA EUCARISTÍA ”.
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