TELENOVELA CRISTIANA

Muchas veces al ver las telenovelas, me he preguntado por que tienen tanto éxito.  Por qué la gente no se cansa de mirarlas.  La mayoría tienen la misma trama:  Una pareja es casi siempre la protagonista, se conoce, se enamoran,  uno de los dos es infiel, traiciona a su pareja por que hay otra (o).  También hay alguien que se opone a esta relación,  el malo o la odiosa de la telenovela.   Al final  luego de hacerse ricos por casualidades de la vida, recién la pareja  puede estar unida  y como dice mi mamá, viven “felices comiendo perdices”

Uno de los factores determinantes para el éxito de las telenovelas es que todas ellas dicen MENTIRAS, que parecen VERDAD.  Sin embargo hay  una Telenovela  que se llama “La Iglesia de Cristo” que  no tiene tanto éxito como las OTRAS que dan en la televisión.  ¿Por qué será?  Pues simplemente por que los que Predican la  Palabra de Cristo dicen  LA   VERDAD  como si fuese una MENTIRA.

Hoy quiero hablar acerca de dos errores que cometemos los que queremos predicar y anunciar la Buena  Nueva.

1.- FALTA DE PREPARACION.
Los actores de las Telenovelas, se preparan bastante tiempo, cada uno estudia, aprende y practica bien el guión.  Los  actores se preparan horas y horas para interpretar y encarar de la mejor manera posible su personaje.

En la  Telenovela de Cristo, los actores a los que se nos ha asignado el papel de anunciar y predicar la Buena  Nueva de la  Salvación, resulta que no nos preocupamos por prepararnos, no gastamos tiempo en estudiar, leer y meditar la  Palabra de Dios.  No nos preparamos debidamente mediante la oración y sobre todo no pedimos la  Luz del Espíritu Santo para que nos de la sabiduría necesaria y así poder explicar y predicar de  manera sencilla  eficaz. no buscamos la manera de  hacer que  los demás nos presten atención y peor aún no pensamos en los que nos escuchan.  Los actores de telenovelas analizan el público  y tratan de  llamar la atención de los demás.  Buscan nuevas maneras de atraer al televidente.  Así también nosotros debemos prepararnos,  buscar la  manera de enamorar al  publico.  Busquemos y estudiemos cómo vive la gente, qué le gusta hacer o escuchar.  Un servidor del Señor debe conocer a fondo con quienes esta tratando, y de qué manera lograr ser escuchado.

2.-  HABLAR Y HABLAR.
En mi experiencia como oyente, en la iglesia y  en los diferentes grupos de oración, he visto a más de un hermano que cuando le hacen participar  sea de una reflexión o de una oración, o  le dan la oportunidad de dar testimonio, o predicar, ellos se adueñan del púlpito. Toman el micrófono y empiezan a hablar, hablar,  hablar y no paran nunca y mientras ellos lo hacen, el auditorio empieza a cerrar los ojos,  comienza  a dormirse.

En un pueblo, el domingo en la iglesia un sacerdote estaba   por celebrar la Eucaristía. Ese día llovía  y hacia mucho frió.  Sólo había una persona en la iglesia.  Llega la hora de la misa y el padrecito no empezaba la celebración, al contrario se aprestaba a cerrar el templo, no sin antes decirle al feligrés: -Vaya a casa buen hombre hoy no habrá misa.  -El feligrés asombrado le responde sabiamente: - En mi casa tengo una  sola oveja y no por que sólo sea una dejo de alimentarla. - El sacerdote se da cuenta y le dice:- ¿o sea que usted aunque sea el único en la iglesia quiere que haya misa y sobretodo escucharme predicar la palabra de Dios?- ¡por supuesto!  Tengo que alimentarme espiritualmente. Y el sacerdote empieza la misa lee la primera y la segunda lectura,  el Evangelio y luego viene la  Homilía. el padre se emociona y empieza a hablar , pasó quince, 30 minutos y el sacerdote seguía predicando, pasó una hora y seguía . Dos horas transcurrieron   y concluye su sermón.   Al final de la misa el padrecito le pregunta al feligrés:- ¿qué le pareció la prédica?  -El feligrés nuevamente con mucha sabiduría le responde: - En mi granja tengo una oveja que  debo alimentar, pero no le doy en un día el alimento de todo un mes.

Cuánto debemos aprender de esta anécdota,  cuando  se nos presente la oportunidad de hablar de Cristo, de ninguna manera debemos de hablar y hablar  minutos, horas, tratando de hacer que los demás nos escuchen, no debemos dar a los hermanos el alimento espiritual de todo un mes en un solo día.   Nadie esta capacitado para escucharnos hablar mucho tiempo, peor aún  si no estamos bien preparados y lo que decimos es monótono, lento y falto de motivación.

La iglesia de Cristo necesita actores, Jesús necesita trabajadores, servidores, que dediquen horas y horas en prepararse. Requiere que días y días busquen  nuevas maneras de presentar a los demás el plan de Salvación, una manera diferente, atractiva, que las personas al escucharnos queden motivados y enamorados del Rey Jesús. 

La iglesia también necesita que todas aquellas personas que hablan y tienen la delicadeza y el cuidado de controlarse  y darse cuenta de que hay un tiempo límite. No podemos alimentar espiritualmente a los hermanos con el alimento de todo el mes en un solo día. 

Todos los días pidamos la luz del Espíritu Santo para que nos regale el don de la  Sabiduría para esforzarnos y tener una súper preparación y  así  ser actores que hablan de  manera impactante, sencilla, y eficaz.  Pidamos en este día la gracia de Proclamar la  VERDAD de la salvación, convincentemente,  con mucha motivación y sobre todo con mucho amor y PASIÓN.

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