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FIESTA ETERNA


Fiesta, Fiesta, que viva la fiesta fue la frase que proclamaba hoy al salir de la misa.
El motivo de mi alegría, había participado de un gran banquete, por misericordia y gracia de Dios tuve la oportunidad de experimentar  una misa diferente.  La eucaristía de hoy tuvo ese ingrediente especial que caracteriza a los enamorados: 
                 Pasión, Fuego, Romance, Ternura, Emoción, Alegría, felicidad

Experimente la pasión y el fuego en el corazón al escuchar la primera lectura, identificándome con Jeremías, haciendo actual sus palabras dije : Me has seducido Señor, en este día me dejo seducir por ti (Jeremías 20, 7)

Luego proclamaron el salmo 42  y la alegría de al fin  encontrar el agua que calmaría mi sed  me lleno de felicidad y pude decir: Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor estar contigo.  Sediento estoy de dios, del Dios de vida… (Salmo 42,2-3)

Se aprestaban a proclamar la segunda lectura, y para entonces ya el terreno de mi corazón estaba preparado para el siguiente paso,  el compromiso:
Después de escuchar la palabra dije: “Si mi Señor aquí estoy, para ofrecerme como un sacrificio vivo y santo para agradarte, desde este momento quiero cambiar y transformar mi manera de pensar para que así cambie mi manera de vivir, distinguir cual es tu voluntad para hacer lo que te agrada” (Romanos 12,1-2)

Pero aun faltaba lo mejor el Evangelio. 
Después de escuchar el evangelio me anime  hacer el compromiso de seguir al señor  diciéndole:  
“Quiero seguirte Señor, en este momento  renuncio a mi mismo, y tomo mi cruz para seguirte” (Mateo, 16,24)

Después continuo la celebración,   llegando el momento crucial de recibir el alimento eterno, me dirigí a recibir la eucaristía, pensando: “Señor gracias por tener la oportunidad de recibir el pan de vida, pan que sacia toda hambre, pan que me permitirá vivir por siempre” (Juan 6,35.51) 
Después de participar de este gran banquete al salir no me quedo más que decir:
“Fiesta, Fiesta, que viva la fiesta del Señor”

Esta experiencia deberían tenerla, todos los feligreses que asisten a la misa. 
En la iglesia Jesucristo esta esperando por cada uno de nosotros, para expresarnos su amor, deleitarnos con su amor, y llenar nuestro corazón con su amor.

Para comprender cuantas veces nos habla el Señor, para entender la magnitud y el alcance de su amor quiero comentarles algo que observe por la Televisión en un documental acerca del reino animal.
Existe un ratón, conocido como el chapulín del norte (habita en América del Norte) este roedor emite chillidos para atraer a la hembra (la ratoncita) lo impresionante de este roedor es que a pesar que su cuerpo solo mide 10cm, sus gritos pueden ser escuchados hasta una distancia de 90 metros.  
También existe en el reino animal el ciervo rojo,  que llama a la hembra con sus berridos, En ocasiones lo hace llamándola hasta 3000 veces en un día.

Si los gritos del ratoncito de 10 cm. tienen un alcance de 90 metros
Si los berridos del ciervo rojo para enamorar a la cierva tienen una secuencia de hasta 3000 veces en un día.   
En el reino espiritual
¿Cuál será el alcance del llamado del Señor?
¿Cuántas veces nos llamara el Señor en un día para demostrarnos su amor?
Quien dice 10,000,  hay alguien que diga 100000?

Apreciados hermano que lee esta reflexión, con emoción le comparto que el Señor cada día nos habla mas de 500.000 (Quinientas mil veces),   todos los días en mas de 200 países se celebran este numero de Eucaristías en miles y miles de iglesias en todo el mundo, el motivo de cada Eucaristía,  es simple:  
Dios me llama, Te llama, Nos llama por que quiere mostrarnos su amor, quiere darnos su amor, En cada Eucaristía Dios, quiere llenar tu vida y tu corazón con el  alimento eterno: Jesucristo, el pan vivo bajado del cielo. 

Oración:
               Gracias, Señor por tu infinito amor, gracias por llamarme en este día, Gracias por Jesucristo que se nos da en  la eucaristía, el pan de vida eterna, en este día imploro tu misericordia, perdóname Señor por que muchas veces falte a la misa, falte a la fiesta de tu hijo amado. En este día te ruego me des la oportunidad de poder participar de muchos banquetes eucarísticos, deseo la gracia de asistir siempre para recibir el pan vivo bajado del cielo, pan de vida eterna. Gracias Padre en nombre de Cristo Jesús. Amen 

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