PRIMEROS o ULTIMOS

“Entonces Jesús se sentó, llamo a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el ultimo de todos, y servirlos a  todos” (Marcos 9,35)

Al leer este pasaje de la escritura recordé  una historia que leí acerca de una carrera de bicicletas, cuyo objetivo era recorrer la menor distancia posible en un tiempo específico. 
Al inicio de la competencia todos se alistaron en la línea de salida, y cuando sonó el disparo todas las bicicletas permanecieron tan inmóviles como pudieron.  A los participantes se los descalificaba si caían o si apoyaban sus pies sobre la tierra. Así que avanzaban con suficiente lentitud como para mantener la bicicleta en equilibrio. Cuando termino el tiempo y sonó otro disparo, el ciclista que mas había avanzado era el perdedor, y quien estaba mas cerca de la salida era el ganador.

Imagínese como seria participar en esa carrera sin comprender como es el asunto. Al inicio de la competencia usted pedalea lo mas rápido que puede; queda sin aliento, sudoroso y muy animado por que los demás corredores están detrás de usted.  Usted esta a punto de ganar y batir el record y piensa: Esto es fabuloso, no voy a aflojar el ritmo, me voy a esforzar al máximo, iré más rápido para avanzar y ganar.
Al rato oye el disparo que señala el final de la carrera y usted grita de alegría porque piensa que es el indiscutido ganador.  Sin embargo sin duda alguna usted es el perdedor porque malinterpreto como se corre la carrera.

Jesucristo nos da las reglas para la carrera eterna de la vida. La línea de llegada esta pintada al otro lado de la muerte, exactamente frente al trono del mismísimo Dios. Allí usted recibirá el premio. Las reglas de la carrera, la estrategia ganadora para esta vida y para toda la eternidad es la siguiente: 
-  “y si alguno de ustedes quiere ser el primero entre ustedes, que se haga esclavo de todos” (Mt 20,27)
-  “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el ultimo y servidor de todos” (Marcos 9,35)

En esta competencia lo que tenemos que hacer sencillamente es:
- Preocuparnos de los demás y no de nosotros mismos.  
- Es dar sin esperar recibir
- Es ser humildes como Cristo.
“El mas grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a si mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla será engrandecido”. (Mt 23,11-12)