En cualquier momento de nuestra vida, estaremos en el desierto,
este es sinónimo de necesidad, dolor y
sufrimiento, tarde o temprano, tendremos que atravesar
desiertos de soledad, desiertos en los que el común denominador son los
problemas, en el desierto uno tiene SED, La buena noticia es que en todos
nuestros desiertos espirituales siempre estaremos acompañados de Cristo que nos
dice, quien tenga sed, venga a mí que yo le daré de beber...
Puedes ver la predicación TENGO SED en el siguiente enlace
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