ES TIEMPO DE ARREPENTIRNOS

 Lidubino dice estaba en cama muy pero muy enfermo,  su hijo Tavito entra a verlo y le dice: Papa tiene que  ir  a  pagar  la cuenta de la luz antes de que se  la corten,   ¿estuviste mirando mis cuentas y facturas pendientes?  Pregunta el padre,
- Yo no dice el niño, pero creo que el doctor que lo atiende a usted si,
 ¿Cómo lo sabes?  Porque escuche que le dijo a mi mama, que dentro de poco a usted se le apagara la luz…
Una pregunta mi amigo: ¿Estas al día con tus facturas espirituales?
Estés enfermo,  o estés disfrutando de buena  salud, es  tiempo de hacer un examen de conciencia. Es tiempo para pensar en tu “SALUD ESPIRITUAL” Es tiempo oportuno para arrepentirnos,  el pecado o los pecados cometidos son facturas  pendientes que tenemos con nuestro creador. No podemos pagar esta deuda espiritual, la única manera de poder cancelar esta deuda es pidiendo perdón a Dios, Dios es rico en bondad y misericordia para perdonar  todos nuestros pecados.
El Señor dice: “Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana”. (Isaías 1,18)
Más de 150.000 personas mueren todos los días, o como dijo el niño: “se les apaga la luz de la vida”. Conocedores de todo esto, ES TIEMPO DE ARREPENTIRNOS, porque no sabemos el día ni la hora en que a este cuerpo mortal se le apagara la luz de la vida, no dejemos para mañana la decisión de dejar y apartarnos de todo lo que nos aleja de Dios
Arrepentidos y perdonados dejaremos de vivir en la oscuridad del pecado, y comenzaremos a ver la LUZ DIVINA. Jesucristo  iluminara el camino que nos conduce a la ETERNIDAD.
Oremos: Señor gracias por que hoy me recuerdas que en cualquier momento puedo morir, Señor hoy quiero pedirte perdón por todos mis pecados, Señor hoy decido arrepentirme, Señor hoy te invito a mi vida oscura y pecaminosa, ven Señor llena mi vida mi alma y mi espíritu con LA LUZ que me dará vida y Vida Eterna, Gracias Señor por tan inmenso regalo. 
Amen


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