Lidubino un rico empresario acude a un sacerdote para pedir guía y consejo espiritual:
Padre me puede indicar cual ¿es el mejor camino para llegar al cielo?
El padrecito dice: “El mejor camino está en tus acciones”
El rico empresario moviendo la cabeza comenta: que mala suerte padrecito
justo ahora se me ocurrió venderle todas mis acciones a mi socio…
Nuestras acciones diarias, la forma de vivir según la voluntad
de Dios, seguro que es un buen camino para llegar al cielo.
Ahora si eres empresario si tienes acciones y muchos
bienes estas acciones te pueden servir para compartir con los pobres y necesitados.
En esta vida tienes que aprender a ser generoso con los que no tienen, hay
millones de personas que se acuestan todos los días sin haber probado un plato
de comida.
A partir de hoy mis amigos que nuestras acciones diarias
sean dirigidas para hacer un bien en el prójimo, llevemos la alegría del
evangelio al pobre y necesitado, compartamos además del pan, el alimento
espiritual,
Un epitafio que puede ser el nuestro decía:
Lo que gaste lo tuve
Lo que guarde lo perdí
Lo que di, eso es lo que tengo ahora…
A la hora de partir de este mundo no nos llevaremos ni un
solo dólar, como dice un dicho “el cajón no tiene bolsillos” conocedores de
esta realidad, aprendamos a compartir, hagamos obras de caridad, demos a los
demás lo que a nosotros nos sobra y a ellos les falta.
Recordando siempre las palabras de nuestro Señor:
“Siempre les he enseñado que
así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas
palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir.”(Hechos 20,35)
“Tus acciones diarias te
ayudaran a encontrar el camión para llegar al cielo, “Amen
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