ES HORA DE TRANSFORMARSE


Leí una noticia titulada: Justin Jedlica, el hombre con más de 500 cirugías plásticas en el cuerpo
Mejor conocido como el “Muñeco Ken Humano” ya lleva cientos de cirugías corporales 550 en los últimos 14 años.
Este fanático de las cirugías lleva gastados más de 560.000 dólares en intervenciones médicas. Su objetivo ser igual al muñeco Ken.
Su nombre es Justin Jedlica de 36 años, También conocido como "Muñeco Ken Humano", por su parecido al novio de Barbie, 
"Yo adoro transformarme y cuanto más extrema la cirugía, mejor" comento en una entrevista.
Es impresionante lo que el ser humano está dispuesto a ser por parecerse a tantos personajes famosos, celebridades que son mortales o de ficción.
Los cristianos como miembros de la iglesia de Cristo, deberíamos invertir mucho tiempo y esfuerzo para realizarnos diversas cirugías en el alma que nos ayuden a parecernos más a Jesucristo.
¿Que necesitas transformar en tu vida para parecerte al Señor?
¿Cuál es el precio a pagar para lograr esta transformación?
“Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, Su ropa se volvió brillante y más blanca de lo que nadie podría dejarla por mucho que la lavara. (Mc 9,2-3)
A nosotros también Jesús quiere llevarnos a un monte alto. Para poder tranformarnos.y lavar nuestra alma hasta que quede blanca.
Para llegar a este Monte alto, tendremos que subir, escalar, por tanto para lograr la transformación tendremos que esforzarnos,
El monte Tabor donde Jesús se transfiguro tiene una altura de 575 metros. Esto quiere decir que deberás realizar por lo menos 575 intentos para alcanzar la perfección, a lo largo de nuestra vida, tendremos que pasar por lo menos por 575 cirugías espirituales para que podamos alcanzar la Santidad.
¿Te animas a realizar cambios en tu vida para parecerte a Cristo?
Vamos amigos y hermanos en la fe, comencemos hoy a escalar el monte de nuestra propia transfiguración, con la ayuda de Dios podremos realizarnos todas las cirugías necesarias para poder transformarnos en: “Hijos de Dios".

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