Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán
porque yo estaré contigo para protegerte.
Yo, el Señor, doy mi palabra (Jeremías 1,19)
porque yo estaré contigo para protegerte.
Yo, el Señor, doy mi palabra (Jeremías 1,19)
Hay momentos en la vida que todo parece derrumbarse, el
optimismo de ayer hoy se ha convertido en pesimismo, las victorias y triunfos
hoy se convirtieron en derrotas y fracasos.
Tarde o temprano los problemas llegan a nuestra vida y entran
sin llamar a la puerta. Llega el dolor, llega el sufrimiento, en un abrir y
cerrar de ojos estamos sumidos en una terrible depresión a causa de
innumerables vicisitudes y desaires. Detrás de todas las crisis y batallas que
tenemos que enfrentar se encuentran “los enemigos de nuestra alma” que
aprovechan estos momentos de debilidad y flaqueza para declararnos la guerra,
aprovechan que estamos pasando por la depresión y el sufrimiento para atacarnos
y destruirnos.
Amigo y hermano en la fe, si estas sufriendo si atraviesas
una crisis ya sea esta una crisis afectiva, crisis familiar, o crisis
espiritual no debes permitir que los enemigos de tu alma te derroten, Si estas
vivo la batalla aún no ha terminado, si estás leyendo estas líneas aun tienes
chance de salir airoso ante las “batallas espirituales” y también puedes vencer
a “los enemigos de tu alma” que quieren aniquilarte.
¿Cómo lograrlo?
Simplemente hay que aferrarse al Señor, agarrarse de la
promesa de Dios plasmada en Jeremías 1.19 cuando nos dice: “Que ellos” ya sean
nuestros problemas ya sean los enemigos de nuestra alma no podrán vencernos, no
podrán derrotarnos porque Dios está con nosotros para protegernos, para
ampararnos y para ayudarnos en momentos de pruebas y en los momentos cruentos
de las batallas espirituales feroces que tenemos que enfrentar.
Yo no sé cuál es tu problema
Yo no sé el motivo de tu depresión
No conozco los motivos de tu dolor y sufrimiento
Lo que si conozco es que Dios está a nuestro lado para
auxiliarnos, Dios está junto a nosotros para ayudarnos a salir airosos en toda
prueba y batalla espiritual.
"Qué más
podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros?" (Romanos 8.31)
En este momento de
problemas, dolor, sufrimiento, depresión y batalla espiritual busca protección
y refugio en Dios, oremos con el Salmo 71:
“Señor, en
ti busco protección;
¡no me defraudes jamás!
¡Líbrame, ponme a salvo,
pues tú eres justo!
Dígnate escucharme, y sálvame.
Sé tú mi roca protectora,
¡sé tú mi castillo de refugio y salvación!
¡Tú eres mi roca y mi castillo!”(Salmo 71,1-3) Amen
¡no me defraudes jamás!
¡Líbrame, ponme a salvo,
pues tú eres justo!
Dígnate escucharme, y sálvame.
Sé tú mi roca protectora,
¡sé tú mi castillo de refugio y salvación!
¡Tú eres mi roca y mi castillo!”(Salmo 71,1-3) Amen
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