“Pillos
cortan la electricidad para entrar a robar “, era el título de una noticia que
robo mi atención. “Cortaban la luz de las casas para entrar a robrar” Los
antisociales tenían la habilidad de cortar el suministro de energía eléctrica
de las casas donde funcionaban negocios con el objetivo de desactivar las
cámaras de vigilancia y luego ingresar a robar…
En
nuestra vida espiritual esa noticia sucede todos los días, “Los ladrones de
nuestra alma” antes de entrar a robar a nuestra vida, antes de entrar a robar a
nuestro corazón, se encargan de apagarnos la luz, el objetivo del ladrón que
solo viene para robar matar y destruir (Jn 10,10) es primero quitarnos la luz
de Cristo. Una vez sumergidos en las tinieblas, una vez que estamos sumergidos
en la oscuridad del pecado o los pecados cometidos, el enemigo aprovecha para
robarnos “Inmensos y valiosos tesoros espirituales”.
En
estos tiempos en que los “ladrones de la luz” abundan y operan sin cesar
busquemos con urgencia a Cristo que es “LA LUZ DEL MUNDO” (Jn 8,12)
Unidos
a Cristo. Aferrados a su Luz podremos vivir siempre iluminados. Con cristo en
nuestra vida, con Cristo en nuestro corazón, Con cristo en todos nuestros
actos, será imposible que nos corten la luz. Buscando todos los días amar y
seguir a Cristo nos garantiza poder disfrutar de LA LUZ que iluminara nuestros
senderos, disfrutar de la luz que guiara nuestros pasos hasta llegar a la plenitud
de LA LUZ EN EL CIELO.
Oración:
Señor aquí estoy en penumbras, Señor el enemigo me hizo caer en la tentación,
el enemigo me hizo caer en el pecado y con ello me ha cortado la luz, mis días
transcurren en penumbras, mis días se han convertido en una noche permanente
debido a la ausencia de tu luz, Señor hoy quiero pedirte que me liberes del
reino de las tinieblas y me lleves al reino de tu hijo amado (Colosenses 1,13)
Señor inunda mi corazón con tu luz, Señor llena mi corazón con los rayos de tu
luz. Señor quiero aferrarme a tu luz, Señor a partir de hoy quiero vivir
iluminado por ti, Señor no permitas que me vuelvan a cortar la luz de mi alma y
mi corazón. Amen
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