Leandrito estaba llenando de interrogantes
a su papa:
¿Por qué son peligrosas las serpientes?
¿Por qué las ballenas son tan grandes?
¿Por qué El gallo cierra los ojos al
cantar?
Ante inesperadas preguntas el papa del
niño, responde con un contundente: “No lo sé hijo”
Entonces Leandrito dice: “Te molesta que
te pregunte papa”
Entonces el Papa para alentar a su hijo
dice: “Tu nunca aprenderás si no preguntas…”.
En el transcurrir de la vida de fe, surgirán
muchas interrogantes, a medida que avanzamos a la tierra prometida, al ver las
dificultades del caminar, al surgir los problemas, al encontrar dificultades
estas interrogantes serán más frecuentes e intensas, surgirán preguntas como:
¿Por qué a mí?
¿Qué hare ahora?
¿Si yo amo a Dios porque tengo que pasar por
esto?
Y así las interrogantes serán diferentes
según nuestra situación, según el “desierto espiritual “que estemos atravesando.
Ante la llegada inevitable de las
interrogantes en los momentos de prueba, lo que tenemos que hacer es aprender:
¿Dónde? ¿Y a quien le preguntamos? ¿En quién encontrar las respuestas?
Preguntas desesperantes, exigen respuestas
con esperanza, por ello es que debemos recurrir al único en el cual están
encerradas todas las respuestas:
"Para que puedan penetrar en el gran secreto de Dios, que es Cristo."
pues en él están encerradas todas las riquezas de la sabiduría y del conocimiento.(colosenses 2,2b-3)
"Para que puedan penetrar en el gran secreto de Dios, que es Cristo."
pues en él están encerradas todas las riquezas de la sabiduría y del conocimiento.(colosenses 2,2b-3)
Los desiertos, las pruebas, el sufrimiento tienen respuesta,
y estas respuestas nos llevaran siempre a conocer “los misterios de la fe”,
siempre y cuando recurramos a Cristo en el cual se encuentran todas las
respuestas y sobre todo debemos buscar a Cristo para encontrar la sabiduría y
conocimiento para poder resolver y enfrentar nuestras interrogantes cuando
surgen los problemas y dificultades.
Si estás pasando por alguna prueba, si tienes
en tu vida muchos ¿Por qué a mí? Dobla
rodillas, y pregúntale a Cristo ¿Para que esta prueba? ¿Para que este
sufrimiento? ¿Para que esta enfermedad?, Si lo haces con un corazón humillado,
ten por seguro que Cristo tendrá una respuesta alentadora para tus preguntas de
vida. No lo dudes busca siempre a Cristo
en El encontraras todas “LAS RESPUESTAS” que te iluminaran y te ayudaran a
llegar hasta “La tierra prometida”, es decir al Cielo y la Eternidad. Amen
0 comentarios:
Publicar un comentario