ESTOY DESESPERADO

  “ESTOY DESESPERADO”

Pasando por el cementerio dos que trabajan ahí comentan:

-Que nobleza la de ese animal, desde que murió su amo hace tres meses no se ha movido de ahí.  El otro dice, que paciencia dirás… el dueño era mi vecino y  lo tenía muerto de hambre al pobre animal, lo  que está esperando es que se haga hueso para desquitarse…

ESPERAR, es un verbo difícil de poner en práctica.

-¿Cuanto?  espera una esposa en la noche, y el esposo fugitivo no llega por que lo secuestraron los deleites prohibidos, del alcohol, de los juegos de azar, y también de otras mujeres.

Y cuanto espera un joven o una joven por encontrar el amor de su vida  y luego cuando este llega, más temprano que tarde se va por culpa de otra o de otro

Cuanto espera  un obrero o profesional por conseguir un trabajo, lo consigue trabaja por 3 o 6 meses y luego le dan la noticia de que van hacer recorte de personal.

Y así la lista con la palabra ESPERAR, es interminable.

Y luego de esperar, viene la terrible frase que la decimos con los decibeles tan alto que podemos romper los vidrios de la ventana: “ESTOY DESESPERADO” “NO PUEDO ESPERAR MAS”

“TENGO QUE HACER ALGO” decimos.

Pero resulta que este, tengo que hacer algo, en la mayoría de los casos es sinónimo de: venganza, desquite, revancha y represalia.

Por experiencia les digo no por ciencia, que no pongamos nuestra esperanza  en el ser humano.

Papa, mama, esposo (a) hijos, amigos  en algún momento nos fallaran, nos traicionaran, nos desilusionaran,  El ser humano es tan propenso hacer el mal, que  hasta  al Hijo de Dios, lo mataron, Jesucristo fue traicionado  y abandonado por sus más fieles seguidores.

Para ti que este desesperado, para ti que este herido por la traición, para ti que piensas que lo que esperas nunca llegara, tengo una buena noticia, más que noticia es una frase que espero te la aprendas y pongas en práctica en tu vida:

“Las personas te dejaran  ESPERANDO, sin embargo JESUCRISTO SIEMPRE   ESTARA ESPERANDO POR TI”

Pon tu esperanza en el Señor;
    ten valor, cobra ánimo;
    ¡pon tu esperanza en el Señor! (Salmo 27,14)

“¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!” (Salmo 42,5) Amen.